Las 800 mil trabajadoras inmigrantes que viven en España, de las que el 59 por ciento proceden de América Latina, aportan a la riqueza del país alrededor del 2 por ciento del PIB, según un estudio divulgado por el Instituto de la Mujer y publicado por Mujeres en Red
La investigación, El impacto de la inmigración femenina en la economía española, dirigida por José Vicens de la Universidad Autónoma de Madrid y subvencionado por el Instituto de la Mujer, precisa que la inmigración femenina en 2005 fue el 45 por ciento del total de inmigrantes.
Aunque el proceso de feminización de la inmigración, visible desde la década anterior, «parece haber estancado su crecimiento», la gran demanda de empleo doméstico, atención familiar y servicios de baja cualificación, mantiene elevada la presencia de las mujeres en el flujo migratorio actual, señala.
Añade que el aumento del empleo destinado a la población extranjera ha sido muy intenso y, de los más de 4.3 millones de empleos creados entre 1999 y 2005, el 38.8 por ciento lo han ocupado foráneos.
En el caso de la población femenina, la ocupación de mujeres inmigrantes representa el 10.3 por ciento en 2005, frente al 3.4 por ciento en 2003.
En cuanto a la tasa de ocupación, la de las extranjeras alcanza el 60.5 por ciento y la de las españolas el 50.7 por ciento, es decir, diez puntos superior, dice la investigación.
Casi el 90 por ciento de las inmigrantes trabaja en el sector servicios, sobre todo en hogares que emplean a personal doméstico (40 por ciento) y la hostelería (18.7 por ciento), y un 9.2 por ciento está empleada en actividades inmobiliarias y de servicios empresariales.
Al contrario de lo que ocurre con la población española, la tasa de temporalidad de las mujeres inmigrantes -el 61 por ciento- es algo menor a la de los hombres, con el 66.3 por ciento.
La masa salarial de inmigrantes alcanzó en enero de 2005 unos 14 mil 800 millones de euros, una cantidad de la que el 35 por ciento corresponde al empleo femenino.
06/LR/CV
