El pasado 26 de agosto, los mineros de la sección 17 de la Unidad Taxco, Guerrero, perteneciente a Grupo México, estuvieron nuevamente en riesgo de muerte, cuando ocurrió un desprendimiento de rocas durante la madrugada, reportada por un trabajador malacatero, quien escuchó el crujir del mineral al caer, denunció Roberto Hernández Mójica, secretario general local del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República.
Mientras esto ocurría, dice Hernández Mójica en un boletín, el abogado patronal Salvador Rocha Díaz mantiene entrampadas las huelgas.
Reitera el líder local que el Sindicato Nacional de Mineros no está poniendo en la mesa de discusión la situación jurídica del Secretario General, Napoleón Gómez Urrutia, como lo está manifestando mañosamente el abogado patronal, ni se plantean nuevas condiciones para levantar las huelgas, lo que sí se exige es que se retiren las órdenes de aprehensión en contra de los trabajadores que se han visto envueltos en los movimientos, principalmente en Sonora.
«Tampoco se pretende la renuncia del Secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, ya que su nombramiento es responsabilidad del Presidente de la República y sólo él es quien decide si lo remueve o lo deja en el cargo».
Lo que el Sindicato exige –aclara Hernández Mójica — es que actúe de acuerdo con la ley y que obligue a Grupo México a cumplir con la misma.
«De acuerdo a la decisión de los jueces, la Organización que encabeza Napoleón Gómez Urrutia es el titular de los Contratos Colectivos de Trabajo de las empresas Industrial Minera México, SA de CV, Unidad Taxco, de Mexicana de Cananea, SA de CV, y de Industrial Minera México, SA de CV, Unidad San Martín».
Con base a ello se deben revisar los Contratos Colectivos de Trabajo como lo marca la ley, lo que plantea el Sindicato Nacional de Mineros. «Y eso no tiene nada que ver con la situación jurídica personal de Gómez Urrutia, quien no ha cometido ningún delito como lo comprueban las instancias judiciales del país», explica.
«Como tampoco tiene que ver que le estén escamoteando las cuotas sindicales y si ilegalmente se las entregaron a otras personas eso no es problema de la organización».
La sociedad mexicana, indica Hernández Mójica, «conoce al cínico y siniestro licenciado Salvador Rocha Díaz, su forma de actuar, quien jamás, como su patrón, ha pisado una mina, y con tal de ganarse unos cuantos pesos es capaz de vender lo que sea, por lo que poco le importa la vida de los trabajadores».
EL DESPRENDIMIENTO
Ante el reporte de desprendimiento en la mina de Taxco, Pedro Juárez Ramírez y Teodoro Ezequiel Avilés Ramírez, secretario y vocal, respectivamente, de la Comisión de Seguridad e Higiene y el secretario local de Seguridad Social, Previsión e Higiene Industrial, Hermilo Menez González bajaron por el camino de emergencia para confirmar los daños.
La calesa que transporta a los trabajadores de un nivel a otro está destruida y sin poderse mover del nivel 7 mil 450 metros bajo tierra. Igualmente están dañadas las dos guías, viguetas por donde corre el bote que extrae el mineral. De seguir rozando, el bote puede levantar las guías y dañar toda la estructura de acero del tiro solar, advierte.
Al no funcionar la calesa, la Comisión de Seguridad tuvo que usar el camino de emergencia, que está en pésimas condiciones, pues también ahí hay desprendimiento de material y las anclas, (varillas que sostienen las rocas) se están venciendo, lo que podría originar un derrumbe. Además, los grandes encharcamientos de agua lodosa, con altura de hasta 50 centímetros, hacen que el recorrido para llegar al lugar del siniestro dure una hora veinte minutos aproximadamente.
La semana pasada –recuerda Hernández Mójica– reportamos que a un trabajador que bajó en la calesa al tiro solar, entre la superficie y el nivel 1, le sobrevino un derrumbe. «Si no estuviéramos en huelga estaríamos lamentando la muerte de más mineros, porque la Secretaría del Trabajo y Previsión Social no ha hecho nada al respecto», reflexiona.
Dice el líder local que han invitado de manera pública e «infinidad de veces» al secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, para que constate personalmente las condiciones infrahumanas en las que laboran los mineros en las minas y plantas de Grupo México, ¿por qué no quiere asistir?, pregunta.
«Será porque no quiere atestiguar personalmente las condiciones de inseguridad y contaminación, no quiere enfrentar la realidad, ya que no le quedaría de otra que obligar a Grupo México a cumplir con las medidas de seguridad», responde.
Y nuevamente –concluye Roberto Hernández Mójica– le reiteramos nuestro reporte del 18 de mayo de 2007, en el que le comunicamos a la empresa de algunas de las inseguridades: la estructura metálica del tiro solar, la calesa y bote de manteo se encuentra muy deteriorada, «representando un riesgo constante para todo el personal que labora en el interior de la mina Guerrero, ya que es el único medio para entrar y salir».
07/GG/CV
