Poder expresarse corporalmente le resulta más fácil a las mujeres que a los hombres, ya que en general su relación con el cuerpo es más directa. Lo anterior es señalado por la argentina María Adela Palcos, directora de la Fundación Río Abierto Internacional, una propuesta de trabajo psicocorporal para el desarrollo humano, con 40 años de experiencia en esta área y que actualmente se practica en Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos, Francia, España, Suiza, Italia, Alemania, Israel y México.
En ese sentido, trabajar con su cuerpo es más fácil para una mujer, «le resulta muy afín»; los varones tienen más verguenza, no tanto los jóvenes que son más abiertos, sino los de generaciones anteriores, agrega Palcos.
Para María Adela, la práctica de una terapia psicorporal ayuda no sólo a que las mujeres se expresen sino a que también se valoren y reconozcan: «En toda casa hay una mesa que nadie ve. En toda casa hay también una mujer que está haciendo ciertas cosas que no se han valorizado (como un mueble) y que tienen un valor extraordinario. Es la que más directamente está moldeando a los hijos y la que tiene la capacidad de producir un equilibrio dentro de la familia. En general es el vaso comunicante más directo».
Otro hecho, que sucede a nivel planetario, ayuda a que las mujeres lleguen de manera más natural que los hombres a trabajar su cuerpo, expone Palcos. «Está surgiendo más la energía de tipo ying (femenina), es decir se está poniendo más trascendencia en la energía pasiva que es más natural para la mujer. El varón está aprendiendo y están apareciendo nuevas generaciones con varones más equilibrados entre el ying y el yang».
La presencia de la energía ying en el mundo -energía de la madre, nutricia o de la Diosa, dice Palcos-, está influyendo para que cada vez más en los órganos de dirección de las empresas se trabaje de manera más horizontal («en redondo») entre gerentes y empleados. Lo mismo sucede en las terapias, como comunidades terapéuticas, y en la sociedad. Finalmente es la democracia a la que aspiramos, señala, «esa forma redonda de reunirnos los seres humanos, poder transmitirnos los unos a otros y poder converger hacia un centro. Todo esto me parece que es mucho más facilitado por las mujeres».
Río Abierto es un Sistema de terapia psicorporal que surgió en la ciudad de Buenos Aires en los años cincuenta, su fundadora es María Adela Palcos, licenciada en Psicología y en Centros de Energía (chakras) y Rítmica Expresiva y actual directora de la Fundación Río Abierto Internacional y de Argentina. A partir del 2000, Río fue reconocido por el Ministerio de Educación argentino como la carrera técnica, «Formación en Técnicas Psicocorporales para el Desarrollo Humano».
Tomando en cuenta la importancia del trabajo de crecimiento para el ser humano a través de la reconexión con su vida interior y en relación con la comunidad, durante la reciente crisis económica y política de Argentina en el 2003 se integró el proyecto Río Abierto Solidario, gracias al apoyo económico de las sedes de Río en otros países –el caso de Italia, por ejemplo— no sólo se realizaron distintos programas solidarios en los barrios pobres de Buenos Aires -que ofrecieron empleo, educación, infraestructura y comida— sino también se abrieron espacios de encuentro para realizar movimiento corporal energético (yoga en movimiento).
Dando y recibiendo, cuenta María Adela Palcos, cada uno fuimos superando las situaciones adversas y pudimos: comprender que el mundo es amor, pese a las máscaras del horror; recuperar la identidad a pesar de la violencia; llegar a ser libres aprendiendo a tomar y sacar el aire (liberando la respiración); descubrir que aún los ambientes hostiles no impiden la posibilidad de ser seres humanos completos (cuando uno/a logra estar presente), y aprender a recibirnos los/as unos/as a los/as otros/as a pesar de las diferencias sociales.
Por considerar al ser humano como una unidad que tiene grabada en su cuerpo la memoria de su historia terrenal y que es desde ahí donde puede reconocerla y transformarla, tomando como eje el cuerpo, en Río Abierto se trabaja para integrar en la persona -mujeres y hombres de cualquier edad- los aspectos emocionales, mentales y espirituales, a través del movimiento corporal, masaje, voz, música, dramatizaciones y creatividad.
-¿Para qué sirve a las mujeres la práctica de esta propuesta psicorporal?, -preguntamos a María Adela Palcos.
Palcos responde: «Darse cuenta que el cuerpo está manifestando toda nuestra interioridad, si logramos conectarnos desde el interior el cuerpo es un órgano expresivo maravilloso y no hay más que ver a una persona, puede ser bellísima, pero tiene una expresión de amargura o de rabia y se vuelve fea. Y otra persona que parece no bella y de pronto le aparece una expresión amorosa, de alegría auténtica, desde lo profundo, y se vuelve bella.
«La otra cosa es que el cuerpo es nuestro mejor aliado, es decir, hay que escucharlo, mantener un diálogo, porque se puede hacer delgado si es eso lo que necesito sin necesidad de matarme de hambre, se puede hacer ágil sin necesidad de imponerme una gimnasia antifisiológica y en contra de mi propio ser, sino darme cuenta que ese cuerpo también es la sede de la emoción, de la mente, del alma, y que entonces tengo que tratar que todo eso vaya conjuncionado (en conjunto)».
A sus 72 años, María Adela Palcos continúa practicando el sistema Río Abierto, ocupándose de su trabajo profesional como terapeuta corporal y trabajando en distintas actividades con la comunidad. Una de sus mayores satisfacciones es haber tenido la oportunidad, «que no tienen otras mujeres», de haber vivido en proceso de crecimiento humano donde pudo fusionar ser profesional, esposa, madre y, ahora, abuela.
En su opinión, no hay necesidad de hacerse ninguna cirugía para «ser bella». Hay que tomar otra cosa en cuenta con el cuerpo, agrega: «Todos los días están naciendo miles de células nuevas y están muriendo miles de células viejas, si yo trabajo mi cuerpo y conecto con eso puedo hacer que mis células vayan a donde realmente necesito: que mi piel, mi pelo o mi estómago esté mejor, si necesito conectarme con mis aspectos instintivos».
La innovación de Río Abierto, en palabras de María Adela Palcos, es que introduce en la terapia el cuerpo y el espíritu, «como los niveles más básicos y más elevados, está la emoción y está la mente, pero está el cuerpo y está el espíritu o el ser profundo, es decir, lo que yo soy esencialmente. En ese sentido, nuestra propuesta terapéutica se acerca a la Psicología Transpersonal, el humanismo y la bioenergética, sin ser igual.
Es más completa que muchas otras terapias, considera. «Un sistema más creativo, lo que está buscado es el cambio permanente y que la persona se dé cuenta que es cambio permanente cada uno/a de nosotros/as. Tener en cuenta esto es lo más curativo de todo, en el sentido físico y psíquico».
Este año, la Fundación realizará en la ciudad de México su V Encuentro Internacional –23, 24 y 25 de enero— con el tema La irradiación de Río Abierto hacia otras disciplinas (arte, cuerpo, salud, comunidad, familia, instituciones, empresas y educación). Con la participación de fundadores, directores, instructores internacionales y público del país sede, intercambiando su experiencia de trabajo -teniendo como eje el cuerpo— de manera individual, grupal y comunitario.
Durante tres días se realizarán talleres, conferencias, conciertos, muestras y clases de movimiento corporal energético con temas relacionados a la salud, el arte escénico, yoga, narración oral (contadores de cuento), arte y movimiento, meditación, voz y expresión, creación literaria, ritual, danza de contacto, salud mental, comunidades y red pública, gestión comunitaria y laboral en empresas e instituciones de cultura y educación.
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