Ante habitantes del pueblo de Santa Rosa Xochiaca, delegación Álvaro Obregón, la candidata del partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, Patricia Mercado Castro, se pronunció por sancionar el desperdicio del agua «hasta que duela».
Ofreció que, de llegar a la Presidencia de la República, impulsará reformas para que pague más quien consuma más, pues lamentó que la falta del líquido afecte más a quienes menos tienen y, en especial a las mujeres quienes la acarrean a sus hogares, como las de esta comunidad donde paradójicamente, cuentan con manantiales y tienen que almacenar el agua de lluvia.
Al reunirse con mujeres de la comunidad que le demandaron no las deje solas toda vez que desde hace 20 días no cuentan con agua, la aspirante presidencial destacó que la próxima semana será vital para que esa y miles de demandas en todo el mundo sean escuchadas.
Ello, dijo, en el marco del IV Foro Mundial del Agua a celebrarse del 16 al 20 de marzo, donde los gobiernos deberán asumir compromisos reales para evitar que escasee el vital líquido y también para echar atrás los intentos privatizadores, situación que «no podemos ni vamos a permitir».
Lamentó que la industria eléctrica utilice las presas para generar la energía que las «sociedades modernas» demandan a las ciudades, por el uso de más aparatos electrónicos, cuando el agua es vital para la vida humana.
Al conocer de cerca la problemática que mujeres como Magdalena, una joven de 18 años, madre soltera que hoy faltó a su trabajo con lo que implica el quedarse sin los 100 pesos diarios para quedarse a lavar, la feminista resaltó:
«Yo estoy aquí para comprometerme con ustedes, soy mujer y se que muchas de ustedes se tienen que levantar a las 5:00 de la mañana para salir a trabajar, darle de desayunar a las y los hijos, llevarlos a la escuela y en general cumplir con las labores domésticas, entre ellas, lavar la ropa».
Mercado, quien portaba un mandil blanco que le fue obsequiado por las pobladoras del lugar, fue invitada a «lavar» al lado del resto de las mujeres que, sin dejar de escuchar sus promesas de campaña seguían con su trabajo, pues muchas de ellas llevaban grandes bolsas negras con hasta 10 kilos de ropa.
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