De acuerdo con información oficial de la policía guatemalteca, el promedio mensual de feminicidio en este país ascendió el año pasado a 43.9 casos. Este año la situación empeoró: se ha asesinado hasta la fecha a 531 mujeres, lo que eleva el promedio a 53.1 casos. La cifra ha generado escándalo en el ámbito internacional.
Según los registros oficiales, entre el 2000 y el 2005 los homicidios contra mujeres se han incrementado casi nueve veces. Las protestas mundiales se han escuchado a través de Amnistía Internacional (AI), la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), según diversas agencias informativas.
No es para menos: según los registros criminales de la policía guatemalteca, en el año 2000 el número de mujeres asesinadas fue de 60; un año después, ascendió a 303; en 2002, a 317, y en 2003 ocurrieron 383 casos, algunos casos con lujo de barbarie. Muchas de las mujeres asesinadas fueron también violadas antes de morir.
Esta brutalidad motivó el viaje, en las últimas horas de ayer, de dos delegaciones de mujeres, una a Washington y otra a Tailandia, con la finalidad de reforzar la denuncia internacional sobre lo que ocurre en Guatemala. Edda Gaviola, directora del Centro de Acción Legal para los Derechos Humanos (CALDH), recurrirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, para reunirse con la relatora especial Susana Villarán.
La misión de Gaviola es recabar apoyo entre los congresistas estadounidenses para que presionen al gobierno que preside Óscar Berger, a fin de investigar y sancionar a los criminales y no dejar que estos hechos queden en el misterio y la impunidad.
La otra delegación, encabezada por Giovane Lemus, viajará a Tailandia, donde denunciará en un foro femenino mundial la impunidad que prevalece en Guatemala.