Desde que se celebró la Conferencia Internacional sobre Desarrollo y Población (CIPD) en El Cairo, en 1994, cada vez más países se han unido a la lucha por la salud materna, planificación familiar, y al uso de modernos anticonceptivos, informó un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) con datos compilados en 169 países.
A pesar de que los recursos financieros asignados a esta problemática aún no cubren todas las demandas, se demostró que se ha registrado una mejoría a nivel mundial en la salud reproductiva, así como un incremento en el uso de métodos anticonceptivos.
Sin embargo, la falta de recursos financieros es citada por el UNFPA como la mayor amenaza para el progreso en esta problemática, ya que más del 80 por ciento de los países reportan que éstos no ha cubierto sus necesidades. Además se demostró que los recursos proporcionados a los Estados pobres son inadecuados para hacer de El Cairo una visión real.
A pesar de esto, se registró un significativo avance en la década anterior debido a que diferentes países han asumido la responsabilidad de mejorar la salud reproductiva de la población femenina y masculina, como se acordó en la CIPD.
El estudio reveló que más del 90 por ciento de los 169 países han integrado la planeación familiar y la salud materna como servicios básicos dentro de los sistemas de salud, y se ha incluido la salud reproductiva como materia en las escuelas. Además se ha establecido una Comisión Nacional contra el VIH, así como programas para enfrentar su impacto.
A pesar de estos avances, más de medio millón de mujeres mueren cada año en el mundo a consecuencia de un embarazo o durante el parto, en su mayoría por falta de atención médica en los países pobres, denunció Gita Sen, funcionaria del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP).
La Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) celebrada en El Cairo en 1994 estableció el derecho de todas las personas, incluidos los jóvenes de entre 12 y 29 años de edad, a ejercer sus derechos sexuales y reproductivos.
Y estableció que los derechos sexuales y reproductivos son garantías individuales, por lo que las naciones que lo han ratificado, entre ellas México, los reconocen como una parte integral e intransferible de los derechos humanos.
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