La amenaza de cierre de los cuatro Centros de Desarrollo Infantil (CENDIS), dejaría sin servicio de guardería a 500 madres y padres trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM ) y sin empleo a 300 mujeres y hombres que prestan sus servicios allí, pero sobre todo limitaría el derecho a la educación a 462 infantes informó la Comisión de Padres y Madres trabajadores de la institución.
Los CENDIS son resultado de una petición sindical de la clase laboral de la UAM, pactada en la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) de 1982, donde se acuerda establecer un centro por cada una de las unidades académicas con que cuenta la Universidad, para resolver la demanda de guardería de sus trabajadoras y trabajadores.
Estos centros dan servicio dentro del mismo horario laboral de las y los trabajadores universitarios, además de proporcionar un espacio de desarrollo para sus menores.
Frente a las amenazas de cierre de los CENDIS –que otorgan servicio a bebés de 40 días de nacido hasta los seis años de edad-, madres trabajadoras de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), informaron: «Nos encontramos sumamente indignadas y sorprendidas ante la decisión de las actuales autoridades universitarias, al pretender desaparecer los CENDIS».
«No vamos a permitir el cierre de ningún centro de desarrollo, los estamos defendiendo y lo seguiremos haciendo, las madres ya estamos cansadas de la falta de diálogo, de la insensibilidad social y pedagógica de las y los funcionarios universitarios, así como de su incapacidad para administrar adecuadamente a la UAM», agregan.
En el origen de la creación de los CENDIS se consideró que debido al desarrollo industrial y comercial del país, las mujeres se han visto obligadas a dejar el hogar e incorporarse activamente a las fuerzas productivas, lo que les impide dedicarle más tiempo a las labores educativas de sus hijas e hijos.
Al considerar esta necesidad, diferentes instituciones de carácter oficial, privado y autónomo se preocuparon por colaborar con las madres y padres trabajadores en la educación de sus menores durante el tiempo que laboran, lo que dio paso al surgimiento de los CENDIS.
Con la desaparición de estos centros de desarrollo infantil, las y los trabajadores universitarios difícilmente podrían encontrar un espacio que permita dejar a los infantes en lugares seguros y con el mismo horario laboral, mientras que las condiciones económicas de la planta laboral se verían seriamente afectada.
«Exigimos solución, ya que nos corresponde proteger el espacio educativo de los pequeños, así como la defensa de la educación pública, el respeto a nuestros derechos laborales y la integridad psicológica de nuestras hijas e hijos».
2004/HS/GV/SM