Alejandro Hazas, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pronosticó que la seguridad social para la población mexicana empeorará con la reforma laboral que pretende establecer contratos de trabajo por hora; más aún, cuando existe un desplazamiento de la clase trabajadora hacia el mercado informal.
Durante el seminario internacional Opciones para el financiamiento de la seguridad social, que reunió a las comisiones técnicas en América sobre el tema, Hazas responsabilizó al mal manejo político y administrativo por la crisis económica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al tiempo que Carlos Soto, actuario de la institución, opinó que la población debe pagar ahora por los servicios médicos y las pensiones.
Al observar que hasta ahora las prestaciones tienen un carácter reparatorio y no se ha actuado sobre los riesgos para reducir los altos costos, el actuario Hazas expresó que los principios de la seguridad social solamente podrán mantenerse si hay solidaridad distributiva pues su costo actual es inviable.
En el campo de la salud, comentó, tampoco se ha establecido un modelo preventivo y se desconocen los perfiles de la enfermedad para tener en la mira a las poblaciones sobre las cuales se tendrían que orientar las acciones de prevención.
Hazas consideró que el fin último de la seguridad social debe ser el capital humano, pero para ello se requiere mayor educación, salud y la prolongación de los años laborales con el fin de reducir la morbilidad y los altos costos de las prestaciones a la población nacional.
Contundente, precisó que la actual estructura de la seguridad social no tiene futuro ni podrá garantizar pensiones dignas para la clase trabajadora.
A su vez el actuario del IMSS Carlos Soto reafirmó que la situación del Instituto es crítica por lo que la población debe pagar por los servicios médicos, además de tener acceso a mejores pensiones y no esperar la actuación del estado.
«No queremos aceptar que debemos cambiar la mentalidad para dejar de ser limosneros y responsabilizarnos por nuestros derechos, pero tampoco por nuestras obligaciones», aseveró.
Carlos Soto hizo ver que actualmente en la operación de la Institución debe tomarse en cuenta la incorporación de las mujeres al mercado laboral, así como el aumento de las enfermedades crónico-degenerativas que implicarán más gastos debido a la transición demográfica por la que atraviesa el país.
De tal forma que para el 2050, el 61 por ciento de la atención médica corresponderá a personas mayores de 65 años. Para ese mismo año, observó, se espera más pensionados que trabajadores por lo que dijo que ahora es el momento de encontrar soluciones, planteando una de ellas el aumento de las cuotas de las y los derechohabientes.
|
disponible para periodistas y medios de comunicación impresos y electrónicos por favor citen la fuente El servicio informativo se realiza gracias al apoyo |