Fortalecer la lucha indígena en el país y analizar las acciones a desarrollar en contra de la situación de injusticia, marginación, violencia y opresión en que viven las comunidades campesinas, y que golpea con mayor fuerza a las mujeres, es el objetivo del Encuentro Nacional Indígena Proyecto de nación y pueblos indígenas, que se lleva a cabo en el Museo de la Ciudad de México.
Al iniciar los trabajos de dicho encuentro, las y los participantes reiteraron su compromiso de reivindicar los derechos de las comunidades indígenas, toda vez que «nadie hará nada por nosotras, sino nosotras mismas», según dijo Estela Hernández Galván, representante indígena de la comunidad Tenek, Ciudad Valles, San Luis Potosí.
Destacó que el encuentro reúne a representantes de 12 comunidades indígenas del Distrito Federal y de varios estados del país; entre ellas, a la Asociación Mazahua de Cuba 53; la Coordinadota de Organizaciones Indígenas Residentes de la Ciudad de México y la Alianza de Organizaciones Oaxaqueñas por la Guelaguetza.
Asimismo, dijo que este foro una oportunidad para «brazo con brazo, hacerle saber a este gobierno que existimos y que también tenemos derechos, como cualquier otra u otro ciudadano».
La lideresa indígena de 29 años de edad, madre soltera de un hijo, hizo ver que la población indígena tiene una serie de características políticas, económicas, físicas, sociales, culturales y religiosas, así como una lengua que la distingue del resto de la población.
«Por ello -agregó en entrevista- nuestro proyecto de nación no puede ser el mismo que el del resto de la población, que no sabe lo que es la injusticia, la falta de agua, la muerte de nuestras niños y niños por desnutrición o de nuestras compañeras por la falta de un médico que las apoye antes, durante y después del parto».
En su oportunidad, Isaac Martínez Atilano, Premio Vivienda Indígena 2005, recordó la lucha que emprendieron 47 familias otomíes provenientes de Santiago, Guanajuato, que actualmente viven en la calle de Guanajuato 125, pues los vecinos de la colonia Roma se oponían a que construyeran su vivienda en esa zona. A ellos les tomó más de una década mudarse del camellón de avenida Chapultepec a este sitio.
Fue el 29 de noviembre del 2000, dos días antes de terminar su sexenio, cuando el entonces presidente Ernesto Zedillo firmó el decreto donde se enajenó el predio en favor de las familias indígenas, con lo que ganaron, después de un lustro, además del terreno, el primer y único reconocimiento a su identidad indígena por parte de un mandatario.
«Los vecinos decían que no era discriminación hacia los indígenas, sino que se oponían a la construcción de sus viviendas porque viven hacinados y son sucios», destacó Martínez Atilano.
Por su parte el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Samuel Ruiz García, destacó la gran fuerza que como mujeres y hombres tienen las comunidades indígenas, pues ellos han aprendido a sortear durante toda su vida las injusticias que, sin embargo, no pueden ni deben formar por más tiempo parte de su presente y su futuro.
EL DF: UN BOTON
Tan sólo en el Distrito Federal, menos del 2 por ciento de la población total es hablante de lengua indígena (aproximadamente 142 mil personas), y más del 79 por ciento de no nació en la capital del país.
En los últimos diez años, los porcentajes de población indígena no han sufrido variaciones significativas. Las mujeres pasaron de 1.6 a 1.9 por ciento; sin embargo, en términos absolutos, el volumen de la población femenina se incrementó en cerca de 16 mil personas al alcanzar la cifra de 78 mil para año el año 2000. El número de varones aumentó en 15 mil personas y llegó a cerca de 64 mil.
De acuerdo con el estudio Las mujeres en el Distrito Federal, realizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, la población femenina de 20 a 24 años de edad constituye el mayor porcentaje de la población, 15.0, contra 12.3 de los varones.
Este martes continuarán los trabajos del Encuentro Nacional Indígena; por la tarde y noche se darán a conocer las conclusiones a las que llegaron las cuatro mesas de trabajo: Situación y perspectivas de los derechos indígenas; El llamado zapatista y el movimiento indígena nacional; Derechos y participación de las mujeres en sus comunidades, organizaciones y en su lucha por la reivindicación de los derechos indígenas, así como Indígenas en las ciudades, problemas y reivindicaciones.
05/GV/YT
