Inicio Si muchas mujeres llegan a la política, ésta cambia: Bachelet

Si muchas mujeres llegan a la política, ésta cambia: Bachelet

Por Lucía Lagunes Huerta/enviada

Su historia personal y política, el haberse convertido en la primera mujer presidenta en Chile, la transformó en un símbolo para la lucha de las mujeres.

Michelle Bachelet, se convirtió, como diría ella misma, en la victoria de la inclusión.

Su sólo nombre, su presencia, invade la sala que reúne a 600 personas, mujeres que representan a sus gobiernos, organizaciones feministas, liderezas indígenas y afrodescendientes, instituciones de Naciones Unidas, legisladoras. Todas, al escuchar el nombre de Michelle Bachelet, rompen la formalidad del protocolo para dejar patente, a través de un gran aplauso, el reconocimiento a esta lidereza de Estado, a través de ella hablan las mujeres de América Latina y El Caribe.

Su voz acapara la atención, todas y todos escuchan el mensaje de esta mujer que desde la experiencia personal de ser hoy la primera presidenta de Chile, habla de las mujeres, de la participación política y la política pública.

¿Qué simboliza hoy, dentro del protocolo político masculinizado, la presencia de una mujer jefa de Estado?, ¿a qué se enfocan lo medios para hablar de lo que esta lidereza desarrolla en la vida pública? Sin queja, desde el análisis que permite comprender y avanzar, comparte su experiencia con las y los asistentes a la X Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y El Caribe, que inició este lunes.

Sin duda, su presencia es una experiencia nueva y distinta, que coloca en la disyuntiva cotidiana cómo llamarla, presidente o presidenta, «hasta la incomodidad evidente de cómo saludarme de mano o con un beso en la mejilla», explica.

«Desde la crítica machista de algunos hasta el trato diferenciado que nos da la prensa. De mí se preocupan del color del vestido, los zapatos o la cartera, y hasta el corte de pelo». Cuando mucho, en alguna ocasión de un homólogo se llegó a decir le «queda mejor el traje azul que el gris».

«Yo sabía que sería así, cuando lo comento no me estoy quejando, porque está en nosotras para que esto cambie», cambiar los prejuicios y lograr culturas más abiertas, horizontales y respetuosas de la diversidad.

DERROTA DE LA EXCLUSIÓN

El mensaje que trae es uno: trabajar por sociedades más justas, más humanitarias, donde la desigualdad, el abuso del poder no tenga cabida, donde todas las mujeres y hombres tengan igualdad de oportunidades, donde la exclusión termine.

«Son muchas las exclusiones que aún persisten en nuestra región y en mi propio país, Chile. Pero mi elección como presidenta es la derrota de la exclusión, de los que creen que hay un orden inmanente, intocable que en nuestras sociedades eterniza la exclusión. Mi presencia hoy como la primer presidenta de Chile simboliza la victoria de la inclusión».

Por eso su presencia da «toda una carga simbólica y semiótica», una mujer que está dirigiendo los destinos de un país, con sus estilos, signos y formas está sirviendo de catalizar del cambio cultural.

Para la Jefa de Estado de Chile, la lucha de las mujeres es la revolución del siglo 20, es la igualación e incorporación de las mujeres al mundo laboral y profesional, es el cambio en la vida doméstica, la equidad en la responsabilidad doméstica entre mujeres y hombres.

Este cambio se acelera cuando una mujer se incorpora en la vida pública, asegura Bachelet. Lograr integrar la ética del resultado de los hombres, donde lo que más importa es lo que se logra, con la ética del proceso de las mujeres, donde lo que más importa es el proceso, lo qué implica, el cómo se llegó y a qué costo, es parte de esta nueva construcción social.

Cuesta, y a veces no queda más que jugar con lo masculino. Estoy convencida que nuestros pueblos quieren una mayor integración de estos dos mundos (el masculino y femenino), dijo.

Sus palabras arrancan permanentemente los aplausos, de esta sala llena de colores, texturas diversas, resultado de la unión multicultural. Aquí el traje sastre oscuro quedó en un puñado de guardias de seguridad, y algunos funcionarios.

LA POLÍTICA CAMBIA

Para lograr este cambio, explica la Jefa de Estado chileno, es necesario que más mujeres lleguen al poder, porque cuando una mujer sola llega a la política la mujer cambia, cuando muchas mujeres llegan cambia la política.

Bachelet recuerda que en 1953, dos años después de que ella naciera, Chile eligió la primera mujer senadora, medios siglo después hay dos mujeres senadoras, con ironía señala que para algunos será «vaya, un avance del 100 por ciento», pero lograrlo en 50 años es un avance «un poco lento» que representaría para las mujeres chilenas lograr 40 por ciento en el congreso en 50 años.

Las mujeres no solo votan, también ganamos, afirmó Bachelet. Como candidata aplicó la ética del proceso y no prometió aquello que no podría cumplir. Sin embargo, ya siendo presidenta, la Jefa de Estado chilenaestableció una reforma al sistema de pensiones para garantizar que las personas, especialmente las mujeres, que no cubran el límite de cuotas para percibir una pensión la obtengan, con ello su gobierno busca lograr vejez con dignidad y autonomía.

Comprometida con asegurar mayor presencia de mujeres en la política, este próximo septiembre Bachelet presentará unareforma a la ley electoral de su país, Chile, para colocar un piso mínimo para la inclusión dentro de las listas de candidaturas a puestos de elección popular para las mujeres,y no solo eso, sino que garantizar una partida económica especial para que las mujeres que participen en política cuenten con recursos suficientes para hacer campaña.

Para aquellos partidos que en lo sucesivo disminuyan la presencia de mujeres en sus listas, también disminuirá el monto asignado.

Tomando en cuenta que 20 por ciento de las mujeres con hijas o hijos pequeños no pueden trabajar por no contar con apoyos para su cuidado, Bachelet ha incrementado el número de estancias infantiles gratuitas.

«No es posible que nuestros países se pierdan de la riqueza de más de la mitad de su población, es un imperativo ético lograr el desarrollo de nuestros países», el cual sólo será completo si las mujeres están presentes en equidad en todos los ámbitos de la vida, finalizó la jefa de Estado Michel Bachellet, quien fue despedida de su discurso con una sala de pie que la ovacionaba.

Las cifras

* Casi 50 por ciento del gabinete, tanto a nivel ministerial como en rangos medios, son mujeres.

* 53 por ciento de los votantes son mujeres.

* 45 por ciento de quienes votaron en blanco son mujeres.

* 32 mujeres han sido asesinadas por sus parejas sentimentales en lo que va del año.

* De 125 países con mayor desarrollo económico Chile ocupa el lugar 27.

* En número de mujeres en el congreso ocupa el lugar 68.

07/LL/GG/CV

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