En los países en desarrollo se estima que cada año alrededor de 53 millones de mujeres dan a luz sin la ayuda de un profesional, lo que provoca deficiencias en la calidad de la atención hacia el recién nacido y 98 por ciento de las muertes de recién nacidos, según datos del primer estudio sobre la salud neonatal mundial.
Dado que la limpieza es una parte fundamental para prevenir las infecciones, tanto en la madre como en el recién nacido, y que el 63 por ciento de los nacimientos ocurre en los hogares, en los países en desarrollo, el estudio, efectuado por Save the Children, aparte de evidenciar la falta de atención materno-infantil en 163 países de escasos recursos propone cuidados especiales para ellos.
Como primer punto establece que, para que nazca sano un bebé, es necesario que su madre esté bien nutrida y reciba vacunas contra el tétanos, además de que se le suministre hierro, vitaminas y ácido fólico para que el bebé fortalezca sus huesos.
También es importante detectar y tratar infecciones, sobre todo las de trasmisión sexual, como la sífilis o la gonorrea, que pueden afectara al bebé.
En cuanto a la atención durante el parto, el informe recomienda que la mujer embarazada reciba atención especializada durante el parto y, que cuente con la máxima higiene: instrumentos y materiales limpios para cortar el cordón umbilical y curar el ombligo, por ejemplo, lo mismo que disponga de ropa limpia.
También es fundamental, continúa en sus recomendaciones Save the Children, que el recién nacido esté bien cobijado; ya sea en el seno de su madre o con una cobija, bien cubierto hasta la cabeza.
Además, enfatiza la importancia de establecer de forma inmediata el vínculo madre-hijo para la lactancia.
Para las madres seropositivas, el informe recomienda que éstas deben contar con asesorías especializadas por parte de personal médico, a fin de que puedan tomar decisiones informadas sobre la alimentación de sus pequeños.
El informe también propone medidas preventivas de embarazos en mujeres jóvenes: en primer término que mejoren la calidad de vida de las mujeres, incluido el acceso a la educación, sobre todo en los países donde se les da preferencia a los varones por encima de la mujer, ya que en una familia son ellos los privilegiados para estudiar.
Otras recomendaciones de prevención son la promoción de prácticas sexuales seguras y evitar los matrimonios y embarazos prematuros.
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