La frustración que sufren las mujeres que han sido víctimas de cualquier tipo de violencia, al no acceder a la justicia, es un patrón reiterante causado por los sistemas de justicia en Latinoamérica, que no permiten alcanzar el desarrollo de los países, ni la plena ciudadanía de las mujeres, aseguró Susana Villarán, ex Relatora Especial sobre Violencia contra las Mujeres de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Villarán, durante el acto de presentación del informe Acceso a la Justicia para las Mujeres Víctimas de Violencia en las Américas, organizado por la Comisión Presidencia de Derechos Humanos (Copredeh), indicó que existe inutilidad o baja capacidad por parte de los sistemas de justicia en América Latina, puntos que fortalecen un patrón de impunidad inserto en esas entidades.
Esas cualidades en los órganos de justicia provocan inseguridad, desconfianza e impotencia en las mujeres, perpetúan la violencia y hacen que las sociedades las perciban como normales, sin que exista un ente del Estado que rompa con ese círculo, señaló la ex funcionaria.
El acceso a la justicia es un derecho ciudadano, indica qué tanto los países avanzan en materia de desarrollo, es un bien público del cual se debe gozar sin ningún tipo de discriminación y se le deben asignar los recursos idóneos para que todos y todas hagan efectiva esa garantía, añadió la profesional.
La violencia contra las mujeres no sólo las afecta a ellas, también a las sociedades y a las economías, situación que se agrava con la falta de información y la invisibilidad del problema, al no existir estadísticas o datos oficiales, reales y confiables que indiquen que existe un flagelo, aseveró la ex Relatora.
El informe fue basado en entrevistas, monitoreos y consultas hechas a 23 estados de América Latina y el Caribe durante el periodo en el que Villarán se desempeñó como Relatora Especial sobre Violencia contra las Mujeres en la OEA.
07/GG/CV
