Inicio Sofía, nueva víctima de la violencia en la zona triqui de Oaxaca

Sofía, nueva víctima de la violencia en la zona triqui de Oaxaca

Con hemorragia cerebral, Sofía Bautista Martínez, de 11 años de edad, lucha por salvar su vida en una cama del Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso de esta capital.

Ella es, desde el domingo 21 de octubre, una víctima más de la violencia que viven las comunidades triquis, donde las mujeres son parte o botín de una «lucha interna» entre grupos políticos antagónicos que ninguna autoridad local puede detener, donde impera la ley del más fuerte y la impunidad.

La niña, quien vive en Río San Juan Cuyuchi, Copala, esperaba a su tía Florencia Bautista González, cuando inició la balacera. «Al parecer eran de Guadalupe Tilapa los que dispararon contra la gente del pueblo», dice un grupo de mujeres que acompaña a Florencia afuera en el hospital.

Florencia relata que ese día venía en una camioneta procedente de Putla, pero por la balacera tuvo que caminar media hora hasta llegar a su casa. Al llegar le dijeron que la niña estaba tirada desangrándose. Pidió ayuda y en una camioneta la llevaron al Centro de Salud de Putla. Ahí les dijeron que estaba grave, que no podían hacer nada. Entonces decidieron traerla a la ciudad de Oaxaca.

Desde que fue lesionada ?a las 14:00 horas– hasta llegar al Hospital en la capital oaxaqueña pasaron casi cinco horas. El miércoles, su tía Florencia fue informada que la niña tiene hemorragia cerebral y que sería este jueves cuando el cuerpo médico determinaría si era posible o no intervenirla quirúrgicamente.

¿QUÉ HACEMOS?

Emelia Ortiz, integrante del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT), se ha convertido en gestora de las mujeres de las comunidades triquis. Se muestra desesperada y pregunta ¿Qué hacemos?

Seria, la pequeña mujer triqui, quien junto con Adriana Ortiz y Antonia Ramírez Cruz ?madre de Virginia y Daniela, desparecidas en la misma región desde el 5 de julio pasado?acompañan a Florencia, afirma que aun cuando la violencia política deja huellas sobre las mujeres desde hace mucho tiempo, «nunca nos podremos acostumbrarnos a vivir así?», se refiere a la falta de respuesta de las autoridades que hasta ahora no ha detenido a ninguna persona como resultado del enfrentamiento.

Emelia narra que la lista de agresiones a las mujeres, que van desde asesinatos, secuestros, allanamientos, violaciones y despojos es cada vez más larga, provocada por una aguda disputa entre quienes agraden a los seguidores del MULT y que son integrantes de MULT-Independiente y Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), partes antagónicas que luchan por el poder político entre las comunidades triquis.

LARGA HISTORIA DE VIOLENCIA

A la desaparición de Virginia y Daniela Ramírez Ortiz, quienes cumplirán en pocos días más cuatro meses desaparecidas y a la violación aún impune de una niña de 14 años, se suma ahora la agresión con arma de fuego de Sofía, de 11 años.

Emelia, Adriana y Antonia explican con documentos en la mano las múltiples agresiones en la región:

De 21 asesinatos cometidos contra integrantes del MULT, entre septiembre de 2004 y julio de 2007, al menos dos han sido en contra de mujeres. Se trata de Juana Martínez Pérez, quien fue asesinada el 19 de febrero de 2005, y de Marcela Martínez López, de 30 años cuyo homicidio se cometió el 26 de mayo de 2006.

También han sido lesionadas con arma de fuego, presuntamente en emboscadas, Laura Ortiz Ramírez, estudiante de la normal de Tlacochahuaya en mayo pasado; una niña de 12 años, durante un ataque de seis horas a la comunidad de Ojo de Agua; Celina García resultó herida durante una emboscada presuntamente cometida por habitantes de Guadalupe Tilapa, Cruz Tilaza, Yutazani y Yosoyuxi.

Hasta ahora, añade, las autoridades no tienen ninguna pista sobre el paradero de Virginia y Daniela, a quienes vecinos de Yosoyuxi habrían visto en la población de La Sabana, cuando eran trasladadas en una camioneta con las manos atadas y los ojos vendados, hace apenas dos semanas.

En realidad no hay nada concreto, sostiene Emelia ante la mirada triste de Antonia que no pierde las esperanzas de encontrar vivas a sus hijas. Lo que sabemos es eso, «alguien nos pasó el mensaje, pero hasta eso es difícil ahora, la gente tiene miedo de decir lo que ve o escucha».

Por otro lado, Adriana Ortiz también lamenta que desde agosto pasado el procurador de Justicia del estado, Evencio Nicolás Martínez Ramírez les informó que se habían librado órdenes de aprehensión contra Timoteo Alejandro Ramírez, Guadalupe Alejandro Ramírez, Francisco Martínez y Marcos Flores, señalados como los responsables de violación de una niña de 14 años, cometida en Yosoyuxi, Copala, en julio de 2006, pero hasta ahora «andan por ahí impunes».

Por eso nosotras sí creemos que la gente del MULT-Independiente sí tiene a las niñas, dice.

Hace dos semanas, agrega Emelia, otra mujer fue violada en San Juan Copala, por lo que decidió irse a Ensenada, Baja California, donde también radican otras mujeres que prefieren dejar todas sus pertenencias e irse, luego de sufrir la humillación de una violación, al menos de eso hay varias constancias.

El problema es que no hay autoridad para resolver los conflictos políticos ni menos para castigar a los agresores de las mujeres, sostiene molesta Emelia Ortiz, convertida en la emergencia en gestora de las mujeres triquis que decidieron denunciar la violencia que sufren.

Las comunidades triquis se encuentran en la zona más occidental de Oaxaca, algunas colindantes con el estado de Guerrero, y las atraviesan las montañas de la Sierra de Chicahuaxtla que alcanzan alturas de entre 800 y tres mil metros sobre el nivel del mar.

El conflicto ahí surgió hace más de medio siglo, cuando en 1948 las autoridades decidieron desaparecer el municipio de San Juan Copala, y las comunidades fueron distribuidas en municipios de Santiago Juxtlahuaca, Putla de Guerrero y Constancia del Rosario, lo que originó la exclusión y discriminación de las y los indígenas triquis.

En la década de los años 80, se fundó el MULT, organismo que buscaba la unificación del pueblo triqui. En 1998 surgió UBISORT, como protesta contra el cacicazgo y fuerza del priismo en la zona. Y, finalmente en 2003 se estableció el MULT-I; estos dos últimos instalaron en enero pasado el municipio autónomo de San Juan Copala.

07/SJ/GG/CV

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