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Sonora: violan DH de paciente con amenaza de aborto

Con crueldad y violando varios derechos, el Hospital Integral de la Mujer del estado de Sonora (HIMES) mal trató y hostigó a una paciente de veinte años, que acudió para que la atendieran por un sangrado que concluyó en aborto.

La paciente, quien no sabía que estaba embarazada por ser irregular en su ciclo menstrual, llegó con un dolor abdominal, e ingresó para ser atendida con total ausencia de sensibilidad y tratada «como la peor delincuente» según narró su madre.

Al ser revisada por una doctora de apellido Trejo, ésta empezó a acusarla de que ella se había provocado el aborto y que ella era la culpable de matar al feto, pasando el servidor público sin importar el dolor que sufría en el momento la paciente.

Sus familiares comentaron que el maltrato inició desde que se diagnosticó «aborto incompleto», ya que en todo momento realizaron una serie de prácticas tendientes a presionar a la muchacha y a los propios padres.

Además fue denunciada al Ministerio Público MP, intentando que permaneciera incomunicada, y sin informarle en ningún momento cuál había sido el procedimiento médico al que fue sometida.

Tampoco le comunicaron que avisarían al MP, lo cual al parecer hacen rutinariamente con las mujeres que padecen un problema similar, tal como lo comentaban familiares de otras pacientes.

El abuso llegó al grado de que la médica tomó al feto y lo colocó en una bolsa de plástico y mostrándoselo a la enferma le repetía que ella lo había matado. De igual forma lo mostró a su madre, según coinciden ambas.

La licenciada Ismene Figueroa, quien acudió por llamado de los familiares, comentó que la paciente que ingresó el viernes al Hospital de la Mujer fue violentada en varios de sus derechos. Uno de ellos es el derecho a llamar a un abogado y a no declarar mientras éste no llegue.

Otros derechos violentados son a la intimidad y a la confidencialidad ya que el interrogatorio se realizó en una sala con siete pacientes más, que escuchaban todo, pues sólo separan las camas unas cortinas.

Además se violó el derecho a la información, ya que en ningún momento le dijeron cuál fue el procedimiento, por qué le extrajeron sangre, ni con qué fines.

Por si fuera poco, la afectada cuenta que dos médicos forenses llegaron acompañados por varias personas que sin mediar ningún protocolo, ni ofrecer información de lo que harían, empezaron a tomar fotografías de sus genitales, lo cual ocurrió después del procedimiento de legrado.

Por su parte, la abogada Figueroa pidió la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, quien después de la segunda llamada acudió, aclarando que ya tenían el reporte, pero que como «no tenían los datos completos de la paciente, pues se habían dilatado (sic)».

Ismene Figueroa opina que este caso es una muestra de que empezó la persecución de mujeres que sufran un aborto, incluso natural, como consecuencia de la reforma al Artículo primero constitucional que protege la vida desde el momento de la fecundación y reputa como nacido al cigoto.

Comentó que el interrogatorio del MP inició antes del procedimiento médico, y que a pesar de la gravedad del momento, no permitieron que estuviera presente su madre, ni esperaron a que hubiera un abogado señalado por la paciente.

Con esto, el Hospital de la Mujer incurrió en omisión, ya que no cuidó la integridad física ni psicológica de su paciente, al permitir que su vida estuviera en riesgo, con tal de que se iniciara la averiguación previa.

Es muy grave que se hayan violado los derechos humanos de esta joven con el consentimiento del hospital, opinó. Considera que la doctora que la atendió se excedió en su función, ya que a ella lo que le correspondía era atender a la paciente, y no participar del hostigamiento y del abuso contra ella, atreviéndose a acusarla, en lugar de atenderla.

Su función sólo debería ser dar aviso al MP, pero al parecer se salió de sus casillas y tomó la función de policía, comentó. Es algo muy delicado por lo que se debe pedir que se actúe contra la doctora por el trato que dio a la paciente.

Además se debe investigar al Hospital de la Mujer, para conocer la situación de cómo trata a sus pacientes, ante este tipo de situaciones. Si esto no se corrige, prácticamente se convertirá en una política del propio hospital, reflexionó.

Tanto el personal médico como el hospital, dado el déficit en la atención y su actitud persecutoria hacia la paciente, incurrieron en varias faltas que pusieron en riesgo su salud. Fue el caso de cuando le pidieron que se sentara para declarar, antes de que terminara el procedimiento quirúrgico.

Aunado a lo anterior, como si se tratara de una delincuente peligrosa, le fueron asignados cuatro elementos de la Policía Estatal Investigadora para vigilarla.

VIOLACIONES A LA CONSTITUCIÓN

Ismene Figueroa especificó que violaron el Código Penal en lo referente a delitos cometidos contra la procuración y administración de justicia, en el Artículo 193, donde dice que son delitos contra la procuración y administración de justicia, cometidos por servidores públicos, los siguientes:
XI.- Obligar al indiciado, procesado o acusado a declarar, u ordenar o permitir su incomunicación o intimidación.

En lo que respecta a la Constitución Federal, se violó el Artículo 20 que dice que en todo proceso de orden penal, el inculpado, la víctima o el ofendido, tendrán las siguientes garantías:

II. No podrá ser obligado a declarar. Queda prohibida y será sancionada por la ley penal, toda incomunicación, intimidación o tortura. La confesión rendida ante cualquier autoridad distinta del Ministerio Público o del juez, o ante éstos sin la asistencia de su defensor carecerá de todo valor probatorio;

IX. Desde el inicio de su proceso será informado de los derechos que en su favor consigna esta Constitución y tendrá derecho a una defensa adecuada, por sí, por abogado, o por persona de su confianza. Si no quiere o no puede nombrar defensor, después de haber sido requerido para hacerlo, el juez le designará un defensor de oficio. También tendrá derecho a que su defensor comparezca en todos los actos del proceso y éste tendrá obligación de hacerlo cuantas veces se le requiera.

Por otra parte, en el Código de Ética de los servidores públicos del sector salud del Estado de Sonora, en el capítulo Tercero, fracción I se comprometen a «dirigir nuestra relación profesional hacia los pacientes y a quien tutela sus derechos con amabilidad, en forma personalizada y respetuosa».

En la fracción III continúa con el compromiso de «tratar a los pacientes con pleno respeto a su condición sociocultural, convicciones personales y morales, así como con acato a su intimidad y pudor, independientemente de su edad, género y situación personales».

Quebrantada también fue la fracción VIII que dice «Evitar comentar en público aspectos médicos o sociales de los pacientes o la institución, además de mantener bajo resguardo la información considerada como confidencial o reservada».

Es asombroso y preocupante que un representante del Hospital de la Mujer, que insistía en impedir la presencia de la abogada, a la que ordenó sacaran los guardias del hospital, haya dicho que eso era un parteaguas, porque nunca había ido un visitador de derechos humanos, y mucho menos había estado una abogada o abogado con alguna de las pacientes, finalizó Ismene Figueroa.

09/SNE/GG

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