Inicio ¡Sonríe y vive un próspero año este 2005!

¡Sonríe y vive un próspero año este 2005!

Por Carolina Velásquez

El flujo de energía del cuerpo y la expresión del rostro son los poderes de atracción más importantes de una persona. La expresión de los ojos y los labios son el reflejo de nuestro estado de ánimo, si los músculos de la boca están relajados por stress o depresión, las comisuras de los labios se caerán y nuestro rostro se verá triste. Por el contrario, si mantenemos alto el tono muscular alrededor de la boca, daremos una impresión agradable y feliz (Mantak Chia, Automasaje Chi. Sistema Taoísta de Rejuvenecimiento, 2000).

¿Cómo estar sinceramente optimistas, sin fingir, la mayor parte del tiempo? Algo se puede hacer para vivir lo mejor posible y crear una energía agradable: un masaje de los músculos de la boca hacia arriba ayudará, al igual que sonreír todos los días a nuestro «yo soy» corporal o Sonrisa Interior.

Mírate en un espejo. ¿Qué expresas? ¿Arrogancia, tristeza, ansiedad, miedo, enojo, depresión? Busca otras posibilidades. Mueve los músculos de la cara, abre y cierra la boca, frunce el ceño y la nariz, abre y cierra los ojos. Cambia a una expresión feliz. Sonríe. Observa las comisuras de los labios. Si están caídas dales masaje hacia arriba: calienta las manos (frotando las palmas rápidamente) y aplica movimientos circulares en toda la cara. Obsérvate nuevamente en el espejo. ¿Cómo estás ahora?

Para una práctica diaria, Mantak Chia propone dos ejercicios. Con los dedos pulgar e índice de la mano derecha (o izquierda si eres una persona zurda) toca las comisuras de tus labios, trata de percibir la transmisión de energía (Chi) de los dedos a la boca, suavemente aprieta y empuja hacia arriba dos centímetros, suelta y empieza de nuevo. Repite este movimiento 10 ó 20 veces al día.

Inicia el día con una Sonrisa Interior. Cierra los ojos. Si eres hombre coloca la palma de la mano derecha sobre el ombligo y apoya la otra encima. Si eres mujer, hazlo al revés, pon la palma de la mano izquierda y luego la derecha. Centra tu atención en el ombligo hasta que sientas su temperatura. Sin abrir los ojos, sube las comisuras de los labios y sonríe, trata de sentir cómo fluye la energía por tu cuerpo, guíala poco a poco de la cara al cuello, luego a tus órganos internos –corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas, bazo, órganos sexuales–, sigue poniendo atención en la boca, haz un buche de saliva, trágala y lleva la energía por el aparato digestivo, termina haciendo un recorrido por toda la columna vertebral —empezando por la nuca y terminando en el coxis–, continúa sonriendo hasta sentir que una energía agradable recorre todo tu cuerpo.

Te recomendamos llevar un diario del cuerpo y que anotes allí tu experiencia para lograr tu Sonrisa Interior.

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2005/CV/MR

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