La trabajadora social Leticia Armienta Galaviz participó en las Jornadas por el 41 aniversario del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora, con el Tema Violencia hacia las Mujeres. Ante un auditorio compuesto por alumnas del departamento, la Coordinadora del área de capacitación del Instituto Sonorense de la Mujer, enfocó su participación desde el punto de vista de la historia de las mujeres, que siempre ha sido muy violenta, afirmó.
Dijo que a lo largo de la historia las mujeres siempre han sido violentadas, han sido tratadas como objeto sexual, son propiedad de alguien, tampoco las mujeres han podido ejercer sus derechos.
Habló también de las causas de la violencia hacia las mujeres como una construcción social que ha permitido la desigualdad entre hombres y mujeres, así como las relaciones violentas y cómo es algo que hemos aprendido a ver normal, pero que se puede desaprender. Agregó que lo anterior está basado en una estructura propia de un sistema machista, que tiene que ver con la familia, la religión, las leyes y la educación formal e informal.
En cuanto al papel de la trabajadora social en la atención y prevención de la violencia hacia las mujeres expresó que ésta se encuentra presente en todos los ámbitos:
educación, instituciones que atienden víctimas de violencia, en las intervenciones en crisis, en la comunidad, pero considera que la trabajadora social no ha sido aprovechada de una manera integral, ya que esta profesionista puede incidir en cambios en la sociedad, en la familia, en la cultura por la preparación que tiene y además es quien recibe a las víctimas de violencia.
Se lamentó de que en otros casos nada más gestiona un transporte, un medicamento, una visita a la prisión, becas para los hijos, lo cual considera muy importante, pero que hoy día debería estar enfocada a la intervención. Aseguró que la trabajadora social es una profesionista discriminada pues en una institución tiene más status la abogada, o el abogado, la psicóloga o el psicólogo, mientras que a ésta le asignan la tarea de filtro para llenar encuestas y formularios y su trabajo depende de lo que decidan los otros profesionistas, y como consecuencia su salario también es más bajo.
Por su parte, María del Carmen Marmolejo, Jefa del departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora, explicó que la jornada académica se debe a la celebración por el aniversario de la escuela creada en 1965 y el enfoque hacia el tema de la violencia contra las mujeres se debe a que el trabajo social lo desempeñan en el ámbito de las instituciones y es ahí donde intervienen en diversas temáticas de índole social, entre las que se encuentra la violencia hacia las mujeres la cual expresa altos índices en Sonora.
Informó que de 415 estudiantes inscritos en el Departamento el 99 por ciento son mujeres y sólo uno por ciento hombres. Esto se debe a que la carrera se inició con un plan de estudios totalmente encaminado a las labores domésticas, a las funciones que las mujeres desempeñaban en la sociedad y en el hogar. A pesar de que los planes de estudio fueron modificados e incluso se convirtió en licenciatura con orientación hacia otras perspectivas donde pudieran participar varones, son las mujeres quienes optan en mayor medida por el Trabajo Social.
Compartió la opinión de que esa profesión es discriminada con respecto de otras carreras con las que debe compartir la atención de la violencia hacia las mujeres. Lo adjudicó al poco reconocimiento que otros profesionales tienen de la labor de la trabajadora social, pero reconoció que en algunas áreas como la médica, en la jurídico-penitenciaria, en el área educativa, es imprescindible la intervención de la trabajadora social en las diversas problemáticas.
06/SNE/GG
