La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), propuso una mayor contribución de la ciudadanía para pagar su propia atención sanitaria, dado que los sistemas que recaen sobre la población activa se verán presionados por el envejecimiento demográfico.
En el documento denominado «Por un sistema sanitario eficaz: Proyecto de salud de la OCDE», el organismo internacional resaltó la importancia de que los usuarios de los servicios de salud participen con una aportación directa, ya que ello contribuiría a reducir la carga en los sistemas de financiamiento público.
De tal suerte, la OCDE recomendó «monitorear» cuidadosamente los efectos de estas medidas, además incluir una »modesta» repartición de costos en los sistemas de salud financiados con recursos públicos; prohibir que los seguros médicos complementarios cubran totalmente la cantidad que debe pagar el paciente, y evitar que servicios considerados »de lujo» se paguen con recursos públicos.
Mas aún, propuso a los encargados de delinear las políticas de seguridad social, »moderar» el crecimiento de este gasto en el presupuesto y controlar mejor los pagos, precios y servicios de las instituciones.
El texto recomienda mejorar el servicio de salud mediante mecanismos que vayan más allá de las políticas del sector, y atender problemas como la violencia, seguridad laboral, consumo de drogas, alcohol y tabaco de la población.
Además, hacer frente a «nuevas enfermedades» de salud, como la obesidad entre sus pacientes y el riesgo de enfermedades crónicas, desde diabetes hasta demencia.
Los datos más recientes muestran que el gasto sanitario supone más del 8 por ciento del PIB en el área de la OCDE. Y más del 10 por ciento en Estados Unidos, Suiza y Alemania.
México, de acuerdo con el secretario de Salud, Julio Frenk, gasta alrededor del 5.7 por ciento del PIB para este sector.
2004/JG/GV/SM