Diariamente poco más de dos mil personas visitan las zonas arqueológicas mayas de México, quienes quedan maravilladas todos los días de los adelantos que esta cultura desarrolló y que hoy podemos gozar y entender gracias a Tatiana Proskouriakoff.
Es en 1950 cuando Tatiana publica El estudio de la escultura clásica Maya, texto que ha permitido a las y los especialistas comparar fechas estilísticas, pues provee de un cuadro evolutivo que muestra cómo el relieve maya ha cambiado desde los tiempos más tempranos hasta su colapso.
Ella nace en Tomsk, Siberia, el 23 de enero de 1909. Hija de Avenir Proskouriakoff, ingeniero químico, y de Alla Nekrassova, de las primeras mujeres que se graduaron en la escuela de medicina de Rusia.
Desde pequeña Tatiana estuvo rodeada de estímulos intelectuales que alimentaron su capacidad de análisis y su gusto por el dibujo.
En 1915, durante la Primera Guerra Mundial la vida de Tatiana y en general de a familia cambia drásticamente, luego de que su padre es comisionado en Estados Unidos para supervisas la manufactura de armas para su país. Es así que los Proskouriakoff se trasladan Pennsylvania y tras la Revolución Rusa, establecen ahí su nuevo hogar.
Es en este ambiente en donde en 1923, Tatiana obtiene la nacionalidad estadounidense y tras terminar sus estudios básicos ingresa a la Escuela de Arquitectura del Colegio Estatal de Pennsylvania.
Una gran depresión la obliga a trabajar en la tienda Wanamakers y luego como dibujante, lo que la acerca al Museo de la Universidad, donde inicia su carrera como investigadora de la cultura Maya en 1936. El arqueólogo Linton Satterthwaite, sorprendido por la calidad de su trabajo la lleva a una expedición en la zona maya con gastos cubiertos pero sin salario. Allí conoce Palenque y afirma haber hallado su vocación.
De ahí en adelante su trabajo se concentra en analizar y hacer aportes a las investigaciones de los arqueólogos, sin embargo, Sattherthwaite no podía seguir empleándola por problemas económicos, no así Sylvanus Morley, quien reconoce su trabajo.
En Copan y Chichén Itzá, Tatiana continúa con su amor por los dibujos lo que la lleva a publicar en 1946 su Álbum de Arquitectura Maya.
En este volumen desarrolla un método para fechar monumentos con base al estilo morfológico y escultural. El método consiste en un análisis laborioso y detallado de los monumentos mayas conocidos y proporciona fechas con un rango probable de 20 o 30 años.
En 1943 Kidder asciende a Tatiana Proskouriakoff de dibujante a miembro del equipo de arqueología del Carnegie Division of Historical Research.
Siete años más tarde, en 1950, publica A Study of Classic Maya Sculpture, que ha permitido a las y los especialistas comparar fechas estilísticas y que provee un cuadro evolutivo de cómo el relieve maya ha cambiado desde los tiempos más tempranos hasta el colapso maya.
* En 1958 desaparece la Carnegie Institution y es absorbida por el Peabody Museum of Archaeology and Ethnology de la Universidad de Harvard en donde a la edad de 49 años, Tatiana obtiene el cargo la Curaduría de Arte Maya.
Es entonces cuando se dedica al estudio de los glifos y escribe su artículo: Historical Implications of a Pattern of Dates at Piedras Negras Guatemala (1960), donde demuestra que las inscripciones no son sólo astronómicas o calendáricas, sino que presentan eventos históricos de personajes importantes.
En 1974, a los 65 años de edad, publica la obra de restauración de las 1000 piezas de Jade obtenidas del Cenote de Chichen Itzá, trabajo que le costo cerca de 15 años.
Tatiana Proskouriakoff muere en el norte de Estados Unidos a la edad de 76 años heredándonos importantes aportaciones en la arqueología y específicamente en epigrafía Maya, a pesar de dejar inconclusa su obra Maya History.
2004/EC/GV
