Las autoridades están obligadas a responder ética y jurídicamente a las sentencias impuestas por el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA), porque es su obligación atender el clamor de los pueblos, sostuvo el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Álvarez Icaza.
Antes de que el director del TLA, Javier Bogantes, clausurará las actividades, el ombudsman capitalino resaltó la importancia de esta instancia alternativa de justicia ambiental que busca soluciones justas, que no se confunde entre lo legal y lo legítimo, por lo que un instrumento valioso para reivindicar el derecho de los pueblos.
Recordó que es obligación de los Estados preservar los derechos de las personas, «por eso es importante que este Tribunal eleve la voz del derecho humano al agua, para que los gobiernos se aproximen a él como tal y no como si fuera una mercancía».
Álvarez Icaza llamó a dejar de lado la soberbia humana y recordó que los hombres y las mujeres «tenemos la obligación social y ambiental de velar por los animales y plantas, de velar por el futuro de todos y todas», apuntó.
En tanto, Silke Helfrich, directora de la oficina regional México, Centroamérica y el Caribe de la Fundación Heinrich Böll, resaltó que durante el TLA se trataron 14 demandas relacionadas a 13 conflictos, en las que hubo 62 demandados, mayoritariamente organismos estatales, empresas públicas y privadas, pero solamente dos de los demandantes se presentaron.
La representante de la Fundación Böll, organismo que brindó el apoyo para la realización del TLA en México, destacó el esfuerzo original del organismo de justicia ambiental, por aplicar el principio de precaución, colocar la ética y la conciencia humana en el centro del debate del derecho al agua.
También por poner el dedo en llaga sobre las deficiencias en los sistemas legales y las normas establecidas, por generar importantes conocimientos y una extraordinaria documentación de los 14 casos expuestos ante el TLA.
Helfrich recordó que el tribunal es un ejercicio de construcción de ciudadanía y una demanda social para la toma de decisiones en la rendición de cuentas, pero sobre todo, dijo es un espacio a favor de las generaciones por venir.
06/SJ/MR
