El próximo 15 de mayo se celebrará por novena ocasión el día internacional de las familias, proclamado por las Naciones Unidas con el fin de resaltar el valor que éstas tienen como unidades básicas de la sociedad.
Dado que los cambios sociales se reflejan en las relaciones familiares, es curioso observar que en los años recientes todavía siga vigente el aprecio que los varones sienten por las mujeres trabajadoras y hogareñas, fieles, comprensivas, responsables e inteligentes; pero eso sí, ya no las quieren aguantadoras, sumisas y sufridas.
En contraparte, las mujeres buscan hombres trabajadores, responsables, fieles, comprensivos, buenos e inteligentes, señala un estudio del Consejo Nacional de Población (Conapo).
Es en el seno de la familia donde los niños y las niñas aprenden los valores que los guiarán por el resto de sus vidas; es ahí donde se aprenden la igualdad, la tolerancia y la responsabilidad compartida.
Una estructura familiar sólida conduce al bienestar de sus miembros y de la sociedad en general. El trabajo cotidiano de la familia se extiende a toda la comunidad y sienta las bases para la integración social y el desarrollo de la cohesión social.
Por eso generalmente la población mexicana asocia el vocablo familia con valores positivos (unión, hijos, amor, hogar, bienestar, padres, comprensión, casa, cariño, educación, felicidad y apoyo). De ahí que cuando se le pregunta por el grado de importancia que le otorgan a algunos aspectos de su vida vinculados con la esfera pública (trabajo, política y religión) y la esfera privada (familia, recreación y amigos), la respuesta más contundente es la familia.
Aunque en los hogares mexicanos tradicionalmente ha prevalecido una división sexual del trabajo en la que las actividades relacionadas con la crianza, el cuidado de los hijos y las tareas específicamente domésticas corresponden a la mujer, mientras que el responsable de proveer los medios económicos es el hombre; es generalizada la aceptación del trabajo femenino remunerado.
Hoy en día alrededor de 78 por ciento de la población masculina está de acuerdo conque la mujer trabaje fuera del hogar, en tanto 83 por ciento de las mujeres lo aceptan; lo que significa que uno de cada cinco hombres y una de cada seis mujeres no está de acuerdo con el trabajo de la mujer fuera del ámbito doméstico, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI).
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