Esta vez la caminata de las trabajadoras no fue para vender productos de casa en casa sino para exigir que les devuelvan sus derechos, así han andado varios días, con sus bolsas del mandado y sus mandiles, son las trabajadoras de Avon.
La mayoría de ellas han dedicado toda su vida a esta empresa , a pesar de que les deja sólo pequeños ingresos y enfermedades, las cuales han sido ocasionadas por asaltos, robos y por cansancio eminente de tantos años de trabajo.
Gloria Antonia Martínez, es una de esas 450 mil mujeres. Recuerda la mañana fría para de la protesta en la Cámara de Diputados, ahí estamos todas, algunas con sus hijos en brazos, sin desayunar para exigir el restablecimiento del Seguro Social, una prestación que les fue arrebatada sin más.
Gloria de 45 años, reflejaba una apariencia descuidada, derivado del cansancio emocional que tienen ahora. En su muñeca izquierda luce un reloj de la empresa a la que ha servido durante los últimos 22 años.
«Nos avisaron que no lo iban a quitar el Seguro Social, pero nosotras sabemos que tenemos derecho, nos lo hemos ganado con nuestra trabajo», un trabajo que añade realizan en combinación con sus labores de la casa.
Como Gloria, muchas de estas mujeres son madres solteras, algunas con hijas e hijos estudiando, «soy una mujer sola, tengo una hija que va ingresar al cuarto grado de preparatoria y otra va salir del tercer grado de secundaria».
En la Cámara de Diputados, explica, esperaron durante hora y media en un salón, una de ellas nos avisó que había café en una mesa, «para que no se desesperen y les caiga algo en el estomago, mientras llegan las personas que nos van a ayudar».
Rosa María García ha trabajado en la empresa trasnacional desde hace 32 años, sólo le faltan tres para jubilarse, «estaba hospitalizada en el Seguro Social pero cuando nos lo quitaron me tuvieron que sacar, la verdad me siento muy mal y mi esposo no es asalariado, tiene un puesto de revistas».
Rosa tiene cinco hijos, cuatro de ellos que son casados, pero todos viven en la misma casa, en total somos 16 , «yo dependo de mis ventas de Avon desde 1975, todo lo que he ganado lo he logrado a través de mi esfuerzo como vendedora», cuenta con desánimo.
En la Cámara de Diputados nos pasaron varias cosas, explican Rosa y Gloria, quienes se acuerdan de lo mal que se puso Lorenza Adulia Gómez Reyes, quien tiene 32 años vendiendo de casa en casa para Avon.
Lorenza de 65 años cuenta que ese día se puso mal, estaba sentada en la segunda fila y apretó tanto su vaso de plático con café que hasta se le rompió, algunas vinieron a ayudarme , me dijeron si quería que llamaran una ambulancia, yo sólo me persignaba y me persignaba.
Lorenza, dijo que se sentía mal y muy triste porque la gente de Avon se olvidó de todo lo que las vendedoras han hecho durante todo este tiempo, luego afirma «los hicimos ricos y no es justo lo que está pasando».
Muchas de nosotras –añade Lorenza- trabajamos hasta con calentura, así salíamos a la calle a vender y luego a cobrar, a juntar el dinero de poquito en poquito, de vuelta en vuelta, nuestras clientas nos dan 10 pesos y tenemos que volver otra vez en ocho días y así nos traen, pero nosotras le cumplíamos a Avon, ahora nos deja sin nuestro derecho al Seguro Social.
Lorenza, es como muchas de las vendedoras, madre soltera de cuatro hijos, soy una persona que no esta preparada no tengo un título con el cual me pueda defender, hay que pagar renta, teléfono, luz y comida.
A eso agrégale que no ganamos una millonada, pues muchas veces ni para los pasajes alcanza, no estamos pidiendo ni aguinaldos ni vacaciones, y encima en un periódico nos dijeron «las mugrosas» no es justo que nos pongan apodos ni nada, porque no saben cómo es nuestro trabajo, da coraje.
Otra de ellas, interrumpe, ya ven el pleito entre Avon y el Seguro Social es porque ellos han incumplido, nos registraron con un salario bajo, así ellos no pagan tanto al IMSS, en realidad ahora sabemos que deberíamos recibir otro nivel de servicios.
Nos han dicho que Avon tiene que devolvernos el Seguro Social, estamos trabajando en ello, incluso el diputado perredista Daniel Ordóñez nos dijo que «está con nosotras», ya se han hecho otras cosas importantes como una denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo, ahí están los abogados trabajando, ojalá que todo se resuelva bien y volvamos a tener el Seguro Social.
2005/SA-LA/SJ
