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Transgredir es una postura de vida: Rotmi Enciso

Por Soledad Jarquín


Su pequeña estatura nada tiene que ver con lo que alcanza. Transgredir es su mayor reto. Es Rotmi Enciso, fotógrafa y videoasta. No quiere saber de faldas ni de vestidos, el maquillaje es sólo cuestión de escenografía. Lo usó cuando tuvo que actuar en su propio video, Ellas y Nosotras, donde salió vestida como un charro mexicano, pero maquillada, muy maquillada.

Transgredir, la palabra por si sola le da cierto placer al pronunciarla. Supo desde niña, que no tenía otra alternativa en la vida, cuando quiso ser hombre para poder amar a las mujeres y, más tarde, descubrió que eso no era tan necesario.

Lesbiana es una palabra fuerte en los oídos de algunas personas, les molesta mucho. Para Rotmi, ser lesbiana es una forma de vida.

El debate primero es a partir de qué te asumes lesbiana –sostiene seria-. Una es la opción sexual y, la otra la más grande, es ser lesbiana a partir de una posición política, una actitud con la que asumes la vida, porque rompes todos los esquemas concebidos para las mujeres: la ropa, los modales, la postura, lo que haces, lo que estudias, lo que dices y como lo dices, explica esta mujer que nació en el Distrito Federal en 1962, el año del Tigre, afirma apretando el puño con el dedo pulgar hacia arriba.

LA FOTÓGRAFA

Rotmi, se hizo fotógrafa desde muy joven. «Aprendí a expresarme con imágenes, pero sufrí por ello, porque todo tiene un nombre, una palabra», luego –agrega en tono sarcástico- que «para acabarla» en la adolescencia se hizo feminista, pero esa postura le abrió puertas, ventanas y algunos techos.

Así muestra su arte, son mujeres, algunas de ellas «sus mujeres», todas con un mismo rito cuando las capta Rotmi porque transgreden, rompen los estereotipos, lo que sería «normal» para una mujer.

Son estrafalarias y extravagantes en su forma de vestir, su posición física frente al lente de la cámara, son mujeres que se besan y se aman. En ocasiones sus miradas dejan de ser tiernas, sus ojos dicen otras cosas, son las mujeres de Rotmi y ella les llama Rojas, como tituló a su reciente exposición fotográfica en el Segundo Foro Social por la Diversidad Sexual en Porto Alegre, Brasil.

«La fotografía es apropiarte del momento», cita Rotmi Enciso a Susan Sontag. Luego agrega que eso es un regalo para la vida, es fascinante ver el rostro de una persona cuando mira una fotografía donde se gusta a si misma, es difícil gustarnos, siempre decimos salí muy mal, no soy fotogénica, yo siempre salgo mal en las fotos.

Pero la fotografía es un medio que te aporta la costumbre de ver, de ver a los otros, de ver lo otro, de verse a si misma, lo importante es verse a si misma a través de la vida, las diferentes personas en las que nos convertimos, explica la fotógrafa.

Rotmi Enciso asegura que la fotografía es su principal quehacer en la vida. La utiliza –agrega seria- para capturar la historia de las mujeres en general y la de las mujeres lesbianas en particular.

Con la fotografía rescato el instante mismo que se vuelve historia, mantener el momento, congelarlo para ver como fuimos, como somos, como son las otras, las otras y nosotras…

LA LESBIANA

Rotmi le roba un instante a su memoria para mirarse siendo niña.

Ser lesbiana, desde niñita, ha sido un punto de partida en la vida, no me gustan las reglas -apunta aunque ello no es necesario que lo diga, se nota en su actitud- luego añade que cuando se descubre lesbiana, a diferencia de otras mujeres y de otras historias que conoció, lo tomó con mucha alegría y, como muchas otras, se creía única en el mundo, sola.

Un día, relata Rotmi, encontré un periódico en el que decían que una famosa actriz era lesbiana, que le gustaban las mujeres. Fue como un rayo de luz, recorté aquella nota y la guardé como si fuera un gran tesoro, lo guardé tan bien que después me costó trabajo encontrarlo, dice entre risas. Esta escena de su vida, es parte de su video «Ellas, Nosotras, el amor es una locura, gratuita e inevitable».

Yo decía –sigue su historia- quiero ser hombre para poder amar a las mujeres, pero descubrí con el tiempo que eso no era necesario; me conecté con una, luego con otra y otra, como verás no estaba sola en el mundo.

El primer dolor de Rotmi y su primera afrenta «social» lo vive cuando murió su primera novia, «yo estaba en el funeral sin poder decirle a la gente que ella era mi novia».

La amarga lección y su posición la llevan a tomar una determinación: dar la cara, a sabiendas de que corría un riesgo y cualquier cantidad de respuestas de las personas. En República Dominicana le apedrearon la casa donde vivía y tuvo que mudarme, en otros lugares te matan –señala muy seria- pero no se puede vivir negando una realidad toda la vida, menos aún si lo haces para que los otros no se molesten.

Rotmi Enciso asegura que «la principal bronca» de las lesbianas es no asumirse como tales, pero cuando te asumes, nada te hace sentir mal, por el contrario en mi caso siempre me dio fuerza.

No, ser lesbiana no es una posición contra los hombres, es una postura –política- contra el patriarcado, lo agredes con tu actitud, porque el patriarcado espera que las mujeres seamos sumisas y nosotras no lo somos.

ETÉREAS, LIGHT, BURÓCRATAS Y POLÍTICAS

En todo hay diferencias y esta no podía ser la excepción. Hay blancos y negros, hay grises, hay más blancos que negros, son como los tonos, explica refiriéndose a las diferentes posturas que se asumen frente a esta opción sexual, que también –a decir de la fotógrafa mexicana- es una postura política.

Las bugas son etéreas, vagas, sin reconocimiento, sutiles, ese es un tipo de lesbiana. Hay bugas lesbianas, son lesbianas pero se acuestan con hombres para disimular. Hay lesbianas light, para ellas es todo suave y como dice el dicho conforme el sapo es la pedrada, es decir se asumen o no dependiendo con quien estén.

Otras son las lesbianas de bar, la mayoría son burócratas que cada fin de semana van a los antros y ahí conocen, ligan y se van. Las lesbianas de closet son verdaderas burguesas, pero se toman cruceros, viajes, todo lejos de casa y hablan de sus novias en tono bajito y se refieren a ellas como «una persona», así sin nombre ni nada.

Y, finalmente, las lesbianas activistas, las que dan la cara, las que lanzan discursos, las que van a las marchas, las que demandan espacios, derechos, las que hablamos, las que exponemos, las que demandamos… y las hay en todo en el arte, en la política, en la ciencia como Patria Jiménez, Martha Noalart, Ochy Curiel, Melisa Cardoza, Gloria Careaga y pues yo también, termina Rotmi Enciso, fotógrafa, cineasta y activista lesbiana.

Su video, Ellas, Nosotras, asegura que es una historia amorosa lésbica que plantea una manera diferente de vivir esta opción sexual, que en el cine comercial termina siempre mal. Melisa Cardoza sostiene que la película es la celebración de una locura gratuita e inevitable, que no teme, que desafía el closet propio y colectivo, es historia, política, insolencia y afirmación, trabajo personal y colectivo de Rotmi Enciso y de otras lesbianas «porque les da la gana».

2005/SJ

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