Este 19 de septiembre se cumplió un año del sismo de 7.1 grados que cimbró la Ciudad de México y a un año de la tragedia, las personas damnificadas que aún habitan en los campamentos que se supone eran “temporales”, únicamente exigen al gobierno regresar a sus hogares.
En punto de las 13:14 horas, en memoria de las víctimas que fallecieron en los sismos del 19 de septiembre de 2017 y de 1985, se guardó un minuto de silencio en los lugares que ocupaban los edificios y viviendas en los que perdieron la vida. Posteriormente, a las 13:16 horas, se activaron las alarmas sísmicas de la ciudad para realizar un simulacro.
Este día no sólo se trajo a la memoria a quienes perdieron la vida en el sismo y la solidaridad que mostró la sociedad civil para ayudar a las personas que resultaron damnificadas, también hicieron eco las denuncias de quienes esperan aún en carpas y campamentos improvisados, la reconstrucción de sus hogares, o la justicia para las y los quedaron sepultados debajo los escombros en sus lugares de trabajo.
En el multifamiliar de Tlalpan no exigen nada descomunal al gobierno de la Ciudad de México, únicamente quieren regresar a sus hogares. Las y los vecinos que llevan un año habitando en campamentos improvisados en las canchas de la unidad, realizaron una misa y leyeron los nombres de las víctimas mortales del sismo.
Cuando sonaron las alertas sísmicas se negaron a seguir los protocolos, rechazaron rotundamente seguir siendo “víctimas eternas”, dijeron que no quieren los “monumentos” que el gobierno quiere erigir en memoria de las víctimas del temblor, únicamente desean la reconstrucción de los edificios del multifamiliar, promesa que el gobierno capitalino les hizo desde hace un año.
En la esquina de Bolívar y Chimalpopoca, en la colonia Obrera, una vez que terminó el minuto de silencio estallaron los aplausos. Ahí se recordó a las costureras que fallecieron por la caída del edificio en el que trabajaban, de este derrumbe no está esclarecido qué ocurrió, lo único que está claro –como lo documentó Cimacnoticias– es el dolor de las familias de estas mujeres y a quienes tampoco se les entregaron los apoyos que les prometieron las empresas de ropa para las que laboraban y el gobierno capitalino.
Al sur de la ciudad, en el Colegio Rébsamen, la situación fue similar, aún no está claro qué ocurrió en este edificio en el que fallecieron niños, niñas y personas adultas.
En Álvaro Obregón 268 en la colonia Roma, en el edificio que funcionaba como un despacho de contaduría y donde ahora el gobierno de la Ciudad de México ya planea construir un memorial, se recordó a las 49 personas que fallecieron ahí en el sismo del 19 de septiembre, después de una labor intensa de rescate que duró cerca de una semana.
Pero además de estos lugares simbólicos por el impacto que tuvo el sismo en la Ciudad de México, están los departamentos y casas de familias en las zonas de Iztapalapa, Xochimilco y Tláhuac que de la misma manera se vieron afectados.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHDF) emitió un informe especial sobre los Derechos Humanos que les han sido violentados a estas personas damnificadas, entre ellos están el derecho a la vida, a un espacio público seguro, protección de las personas desplazadas por desastres provocados por fenómenos naturales y derecho a la vivienda entre otros.
A un año del sismo, el órgano de Derechos Humanos capitalino sigue recibiendo dos quejas al día relacionadas a las inconformidades de las personas damnificadas frente a la actuación de las autoridades de la Ciudad.
En medio de la transición de gobierno en la Ciudad de México, la reconstrucción por las afectaciones del sismo y la reparación a las víctimas parece que quedará en manos de la próxima Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, quien este día también anunció su “Programa de Reconstrucción”, el cual, dijo, arrancará hasta el próximo 5 de diciembre cuando asuma su cargo.
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