Los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, son perpetrados por una mafia autoritaria y secreta que desafía con su poder a las instituciones del Estado y consigue la impunidad, aseguró hoy la antropóloga social, Rita Laura Segato.
La académica dictó la conferencia «Territorio, Soberanía y Crímenes de Segundo Estado: La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez», en la Universidad del Claustro de Sor Juana, como parte de las actividades por el Día Internacional por la No Violencia Contra las Mujeres.
Segato expuso que la serie de asesinatos tiene un significado simbólico «de comunicación», toda vez que los criminales, agrupados en «fraternidades o cofradías», se lanzan mensajes sobre «pactos de lealtad al grupo» y para delimitar sus respectivos territorios.
Dichas cofradías, apuntó, han creado una especie de segundo Estado que incluso es más fuerte que el poder institucional.
La especialista en violencia contra las mujeres dijo que el feminicidio se asemeja más, por sus características, a los rituales que cimientan la unidad de sociedades secretas y los regímenes totalitarios.
«Mi apuesta es que el autor de este crimen es un sujeto que valoriza la ganancia y el control territorial por encima de todo. Un sujeto que con sus vasallos deja absolutamente claro que Ciudad Juárez tiene dueños, y que éstos matan mujeres para demostrar que lo son», observó Segato.
Abundó que los mensajes cifrados en los asesinatos de mujeres se dirigen como un desafío a otros hombres de la región, a los tutores o responsables de la víctima en el seno familiar, y a las instituciones gubernamentales responsables de la seguridad de la población.
Los asesinos, indicó, demuestran con sus crímenes que cuentan con los recursos y la «vitalidad» para dominar la región, aun a costa de las autoridades.
La antropóloga concluyó que Ciudad Juárez es un lugar emblemático del sufrimiento de las mujeres. Allí, más que en cualquier otro sitio, debido a la globalización y el neoliberalismo, se vuelve real el tema «cuerpo de mujer: peligro de muerte», enfatizó.
2004/RGL/RM/SM