A fin de conservar el empleo de mil 300 sobrecargos, de los cuales el 70 por ciento son mujeres, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), llamó a los acreedores de Mexicana de Aviación, a postergar el cobro de la deuda de esta empresa, el tiempo «razonable» para que los inversionistas interesados puedan concluir el procedimiento para adquirir la compañía.
Las y los trabajadores «apelamos a todos los involucrados en este problema a asumir una actitud de responsabilidad histórica» para que la empresa no desaparezca, y en consecuencia, se conserve la fuente de trabajo de las y los sobrecargos y de alrededor de 700 pilotos, señaló ASSA en un comunicado de prensa.
Llamaron a las empresas involucradas en Mexicana, en especial a sus acreedores, a que comprendan que la preservación de la empresa, no sólo beneficiará al personal que ahí labora, también significará una oportunidad para ellos.
Si los acreedores dan un tiempo razonable para que se realice una eventual intervención por parte de los inversionistas interesados en adquirir la compañía, podrán seguir haciendo negocios con mexicana, empresa que «posee una marca reconocida», en lugar de «comenzar a trabajar con una compañía que tendría que iniciar de cero en todos los sentidos».
En el comunicado, ASSA manifiesta que con el propósito de lograr la subsistencia de la aerolínea, se compromete a realizar gestiones internas y externas «para lograr una eficiente reestructuración, incluyendo las condiciones de trabajo, que en el marco de la ley y la justicia, la hagan viable financieramente».
Actualmente, las y los sobrecargos se encuentran en «incertidumbre total», debido a la decisión de Mexicana de presentar una solicitud de concurso mercantil, argumentando imposibilidad para poder cumplir con las obligaciones con sus acreedores.
En esta circunstancia «el factor tiempo es determinante, ya que cada minuto transcurrido representa más deudas, y aunque el gobierno, que es uno de los principales acreedores, ha apoyado la supervivencia de la empresa, existen otros acreedores», por lo que la solidaridad de las autoridades no es suficiente para salvar la empresa.
Las y los trabajadores temen que si los acreedores de la aerolínea no otorgan ese tiempo «razonable» para que se «inyecte capital fresco» a Mexicana, ésta «tiene como probable desenlace la suspensión de la totalidad de sus actividades».
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