La Ministra del Trabajo de Barbados, Esther Byer Suckoo, hizo un llamado a recordar y reconocer «el trabajo de aquellas en cuyos hombros nos paramos» y a continuar trabajando para poner fin a la violencia de género.
Durante su participación en la Conferencia Fortalecer la responsabilidad y cambiar la cultura para poner fin a la violencia contra las mujeres en el Caribe, que se realiza en Barbados ayer y hoy, la funcionaria recordó que durante muchos años la lucha contra la violencia hacia las mujeres fue «trabajo solitario de las mujeres del mundo y unos pocos hombres».
«Ese movimiento entendió el impacto de la violencia doméstica en nuestras sociedades, además de encontrar en este tema de agenda un punto de unificación hasta convertirse en una sola voz», enfatizó la ministra.
Recordó que desde 1928 en Cuba se trató el tema de la igualdad y el de la violencia contra las mujeres. «En esa reunión las mujeres buscaron que se adoptara una Declaración sobre la Igualdad de las Mujeres, pero aceptaron en su lugar la creación de la Comisión Interamericana de la Mujer (CIM).»
Tuvieron que pasar 50 años de arduo trabajo de cabildeo para que en 1975, durante el Año de la Mujer de las Naciones Unidas, se reconociera formalmente la presencia de las mujeres, su fuerza y su determinación aunque seguían siendo golpeadas.
«Vino la década de la mujer y las conferencias mundiales. La III Conferencia en Nairobi, presidida por la ahora difunta Gobernadora General de Barbados, Dame Nita Barrow, hasta que la IV Conferencia en Pekín en 1995 produjo una Declaración que reconoce que los derechos de las mujeres son derechos humanos y que uno de ellos es el derecho a una vida sin violencia.»
Mencionó también la Convención por la Eliminación de la Discriminación (CEDAW) en 1979 y otros mecanismos, instrumentos y declaraciones internacionales y cuestionó: «Señoras y señores, en este recorrido del recuerdo se nota que ha sido un largo viaje con algunos logros; por eso cuando nos reunimos aquí ahora en esta Conferencia sobre Rendición de Cuentas, debemos preguntarnos, ¿a quiénes vamos a pedir cuentas por esta lucha por la vida de las hermanas, por nuestras vidas?»
«Debemos reconocer que esta lucha tiene que ir más allá de las leyes y las políticas. En Barbados tenemos leyes, grupos de mujeres trabajando desde hace 44 años para poner fin a la violencia, una línea de emergencia y albergues, pero con todo esto, el estudio más reciente de Cadres, indica que 1 de cada 4 homicidios entre 2000 y 2007 tuvieron como causa la violencia doméstica.»
«Lo que hemos hecho en nuestros planes y programas no ha sido suficiente, por lo que hay que saber más acerca de las actitudes y el conocimiento, la legislación y las políticas no son suficientes. La gente necesita relacionar los cambios con beneficios personales primero, y luego otros beneficios. Para probar este enfoque, creo que hay que comprobar la conexión entre la violencia doméstica y el costo socio económico que tiene para el individuo, la familia y el estado.», dijo.
Sobre las masculinidades, afirmó que fundamentalmente están construidas desde la violencia, validando los que se arriesgan, los que no se rinden, los que pelean. De este modo, ridiculizan los que son honestos con las mujeres y los que apoyan a sus hijas e hijos y su ex esposa.
«Las masculinidades se encuentran hiperheterosexualizadas, perciben como positivo tener múltiples parejas, la homofobia y se construyen en la dominación del hombre y la subordinación femenina».
No es fácil, terminó diciendo. «Esto es tan complejo como nuestra comprensión de la vida misma; no hay que tenerle miedo, hay que enfrentarlo directamente.»
Esther Byer Suckoo se dirigió a las mujeres jóvenes: «les digo que la actualización es el proceso de decidir construir la vida que una quiere, no la que le ofrece la pareja nada más. La educación, la capacitación y la gestión son oportunidades para eso. Aprendan sobre la violencia y sobre sus parejas antes de comprometerse, pero sobre todo, aprendan a conocerse a sí mismas: lo que quieren y lo que no quieren».
En estos dos días de conferencia, «removamos las estructuras de dominación y jerarquía que a veces restringen el flujo de ideas y creatividad que se requiere para resolver estos temas tan complejos», concluyó.
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