Si hoy no se mejoran los sistemas de administración de agua, dos tercios de la población mundial van a sufrir de escasez del vital líquido para el año 2025, alertó Adel Williams, de Mujeres Dominicanas en Desarrollo.
En el último día de actividades del Noveno Foro Internacional Reinventando la Globalización, de la Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), agregó que casi 920 millones de personas en áreas rurales del mundo no tienen acceso a agua.
Según expuso, ya existen más de 200 mil millones de personas en áreas urbanas del mundo en vías de desarrollo que carecen de agua para satisfacer las necesidades básicas como cocinar, beber y lavarse.
Añadió que el agua es el único recurso natural que toca todos los aspectos de la civilización humana, desde la agricultura hasta la industria, pasando por valores culturales y religiosos. Siendo una fuerza importante para el desarrollo, su control es también fuente de poder económico y motivador de conflictos sociopolíticos, dijo.
Precisó que el agua cubre tres cuartas partes del planeta, pero 97 por ciento es salada; del resto, dos terceras partes está congelada en los glaciales o en los polos de la tierra y por lo tanto sólo queda uno por ciento del agua disponible, pero sólo .08 es potable.
Indicó que al ser las mujeres guardianas de la salud de la familia y de los recursos del hogar, la Cumbre Mundial de la Tierra reconoció el papel que juegan en el manejo y control del agua.
En países donde se toma en cuenta el equilibrio de género, aseguró, los programas y sistemas de abasto de agua han tenido más éxito.
«Se necesita un marco que asegure que hombres y mujeres participen en el diseño y ejecución de un sistema de monitoreo y evaluación de todos los proyectos para el suministro del agua, así como en el desarrollo de leyes, políticas y programas en este sentido», precisó.
Adel William agregó que de incluir la perspectiva de género en los programas y políticas de agua se podrá entonces opitimizar el desarrollo económico y social, para evitar la competencia así como los conflictos, borrando las desigualdades en la distribución de ese recurso.
Por su parte, Raj Patel, del Instituto para Políticas de Alimentación y Desarrollo de Zimbabwe, señaló que las mujeres representan 52 por ciento de la fuerza de trabajo y 70 por ciento de la producción agrícola, pero en distribución de la tierra sólo se les ha dotado de 5 por ciento y éste corresponde a terrenos pobres o estériles.
Sentenció que si Estados Unidos y el Reino Unido siguen subsidiando la agricultura en aquel país, la agricultura no va a ser ecológicamente sustentable.
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