En México se ha debilitado el movimiento feminista, probablemente por un agotamiento de las prácticas y la falta de movilización, planteó aquí Itziar Lozano, integrante de Milenio Feminista durante una conferencia organizada por la Asamblea de Mujeres de Bilbao.
En la conferencia, la periodista Sara Lovera planteó la urgente necesidad de revisar prácticas y principios del movimiento feminista frente a la pobreza ofensiva, la exclusión de grandes sectores de la sociedad, la fragmentación del movimiento social y el espejismo en que se perdió el movimiento feminista.
Lovera, directora de esta agencia de noticias, planteó también que lo anterior y la incorporación de los liderazgos feministas al sistema han impedido, entre otras cosas, avanzar en la coordinación de la lucha contra la impunidad, la violencia hacia las mujeres y los efectos más nefastos del neoliberalismo global.
Luego denunció al sistema como el operador de la fragmentación del sueño ciudadano que acabó por desdibujar a las organizaciones naturales de la sociedad. Lamentó la pérdida de confianza en los sindicatos, los partidos políticos y las organizaciones gremiales en general, que fueron en otros momentos de la historia soportes para los cambios sociales.
Ahora, dijo, el espejismo de la ciudadanización, la inmensa cantidad de frentes abiertos, el «oenegenismo» por cada causa, los financiamientos del Estado a grupos sociales afines a él, como los grupos cercanos a Acción Nacional en el caso mexicano, han sido elementos fundamentales para detener y dispersar la lucha social.
Aquí en Bilbao, la conferencia forma parte de unas jornadas regionales que buscan acercar experiencias de otros países para generar intercambios, solidaridad y presencia internacional en las grandes causas de la sociedad en cualquier parte del mundo.
La periodista mexicana habló de fragmentación y planeación «perversa» del capitalismo para desestructurar a los movimientos. Fue entonces que Itziar Lozano participó en el debate en el que discutieron unas 15 mujeres de la Asamblea, algunas escritoras, periodistas e integrantes del movimiento feminista en Vizcaya.
Lozano consideró que las opiniones de Sara Lovera tendrían que considerar que el problema no es la fragmentación, sino los métodos de lucha, aunque estuvo de acuerdo en que tal vez también es un problema generacional y de cansancio de las dirigentes ahora en otras tareas.
Aunque la discusión llevó por caminos sobre la democracia, los desafíos del movimiento feminista, la necesidad de recuperar sus principios y buscar alternativas de revitalización, también se habló de algunas salidas y propuestas para continuar.
No basta, dijo Lovera, con la resistencia a la globalización, que se ha traducido en muertes y desesperanza, sino que es necesario crear nuevas alternativas, frentes de presión política, partido y probablemente otras estrategias que involucren a las y los discriminados y pobres del mundo.
Las jornadas continuarán mañana en Alzuazo, Navarra, y terminarán con una asamblea el próximo sábado en Pamplona.
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