Una técnica novedosa de intervención para la recuperación de víctimas de violencia de género, utilizada por el Gobierno de Cantabria, permite alcanzar una notable mejoría para las víctimas, a partir de la segunda sesión, en el 89.47 por ciento de los casos aplicados.
El 10.52 por ciento restante no presenta avances con este método pero tampoco muestran mejoría en el tratamiento de terapia cognitivo-conductual.
Este programa innovador comenzó a utilizarse en Cantabria en 2008, cuando la vicepresidencia del Ejecutivo cántabro, a través de la Dirección General de la Mujer, formó a profesionales que intervienen con víctimas de violencia de género con un método psicoterapéutico que acelera el tratamiento de un amplio rango de patologías, traumáticas y trastorno por estrés postraumático.
Este procedimiento es utilizado actualmente con 19 mujeres que reciben terapia psicológica en el Centro de Asistencia e Información a Víctimas de Violencia de Género del Gobierno de Cantabria, con mejoras en casi el 90 por ciento de los casos.
Además, se ha observado que, con la utilización de este método, el tiempo de tratamiento en los casos más graves se reduce notablemente, habiendo dado el alta al 23.52 por ciento de las pacientes adultas en menos de un año.
La Dirección General de la Mujer, en este mismo Centro, trabaja también con niños, niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual (26.32 por ciento de las incidencias tratadas).
En estos casos la nueva metodología se ha mostrado muy beneficiosa ya que los y las jóvenes entienden perfectamente la técnica, lo que mejora la eficacia de la misma, consiguiéndose el alta terapéutica, como sucede con las mujeres adultas, con mayor premura y éxito en algunos de los casos.
El procedimiento parte del supuesto de que existe en el ser humano un mecanismo natural de curación de las secuelas de los eventos traumáticos.
En estos casos, la intensa reacción fisiológica de estrés y terror, bloquea el procesamiento de la información recibida en el momento del trauma, la cual queda archivada y retenida bajo la forma de sensaciones, percepciones, recuerdos e ideas perturbadoras, de la misma manera en que fueron experimentadas originalmente.
La estimulación provocada por el procedimiento pone en funcionamiento un mecanismo por el cual esa información perturbadora proveniente del trauma se desbloquea produciendo de este manera un aprendizaje, muchas veces acompañado de un cambio cognitivo.
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