Utilizar concepto de “género” como arma contra la exclusión

El concepto teórico de “género” debe ir más allá de la diferenciación clásica entre lo que es considerado femenino y masculino; debe abarcar el conjunto de creencias, atribuciones y expectativas que tiene la sociedad en general, y que derivan en formas de interacción desiguales y discriminatorias.
 
La antropóloga Marta Lamas impartió el pasado lunes la conferencia magistral “A qué nos referimos cuando decimos género”, en la Universidad Iberoamericana.
 
En un acto académico como parte de las actividades por el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, la feminista explicó que de manera frecuente el concepto “género” considera sólo el aspecto biológico de las personas, ya que separa a mujeres y hombres según lo que se considera “propio” de su sexo, por lo que de nueva cuenta se incurre en una “diferenciación excluyente”.
 
Lamas precisó que los seres humanos están constituidos de manera biológica, social y psicológica, por lo que el “género” no es sólo cuestión de roles, sino también de identidades psíquicas.
 
La precursora en la defensa del derecho al aborto en México recordó que el término fue acuñado en los años 70 por el movimiento feminista, en momentos en que las mujeres ya habían accedido a la educación superior y al derecho al voto.
 
La directora fundadora de la revista “Debate feminista” dijo que el género es el mecanismo principal de reproducción de lo social y el medio más potente para mantener las desigualdades entre las personas, ya que no sólo comprende las diferencias sexuales entre mujeres y hombres, sino un conjunto de creencias, comportamientos e ideas que perpetúan la discriminación.
 
Marta Lamas puntualizó que de ese modo prevalecen prácticas como el sexismo (discriminación en función del género); la homofobia (discriminación por la orientación sexual), y la transfobia (discriminación por la apariencia sexual).
 
La fundadora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) consideró que para analizar a la sociedad no basta con la perspectiva de género, pues existen diferencias sociales, étnicas y culturales que rebasan este aspecto, como lo es el caso de las personas con una posición económica más elevada y que discriminan o maltratan a quienes no consideran como sus iguales, independientemente de su género.
 
13/AZM/RMB