La directora de la Clínica de Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva (SHSSR) aquí, Sandra Peniche Quintal denunció un nuevo acto de vandalismo perpetrado contra la institución de las mismas características que el que cometieron previamente grupos ultra conservadores a esas instalaciones.
En el lugar de los hechos la Peniche Quintal declaró que las puertas y ventanas del frente de la clínica fueron rotas con un objeto metálico y que incluso los protectores de hierro resultaron dañados. Los cristales se encontraron esparcidos por toda la calle y al interior de la clínica, lo que hace suponer la fuerza con que los rompieron.
Según versiones de algunos vecinos los hechos ocurrieron antes de la media noche del sábado pasado, sin embargo nadie vio a los agresores.
Cabe recordar que permanentemente la clínica es objeto de las agresiones por parte de grupos de la derecha yucateca y hace unos tres años fue allanada por integrantes de Pro-Vida quienes intentaron agredir al personal que se encontraba laborando.
Desde entonces se interpuso una denuncia en la agencia novena del Ministerio Público de Yucatán, en contra del entonces dirigente de Provida, Jorge Serrano Limón, quien ingresó al centro de atención al frente de una turba que amenazaba e injuriaba.
También fue denunciada por esos hechos Rocío Gálvez (actual dirigente de Pro vida) quien entonces encabezó a un grupo de extranjeros canadienses y estadounidenses para demandar el cierre de la clínica.
Peniche Quintal reiteró ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos que sus garantías individuales fueron violadas y que dichas agresiones no tienen razón de ser porque su trabajo se desarrolla con apego a la legalidad y cuenta con el apoyo y reconocimiento de las y los yucatecos.
Dijo que la clínica es un espacio en el que las mujeres pueden ejercer los derechos que le confiere el Código de Defensa Social de la entidad, en el que no se castiga el aborto por problemas económicos; si el feto tiene malformaciones genéticas, cuando la vida de la mujer corre peligro, o cuando es resultado de un acto de violación.
A pesar de las amenazas y los actos intimidatorios de los grupos conservadores en dicha clínica se continuarán atendiendo a las mujeres que lo necesiten como lo ha venido haciendo desde hace más de 30 años a favor de los derechos reproductivos de las mujeres.
Respecto a la denuncia interpuesta hace tres años contra los dirigentes de Provida a Peniche Quintal le preocupa que las autoridades dejen impunes los delitos por lo que insistirá para exigir justicia.
2005/SCH/LR