Integrantes de la Coordinadora de Mujeres Oaxaqueña (Como) 1 de Agosto continúan siendo hostigadas e intimidadas, denunció Patricia Jiménez Alvarado, quien rechazó también la «vigilancia extrema» que empleó el gobierno de la ciudad en una marcha de niños, niñas y mujeres con motivo del Día de Reyes.
En entrevista con Cimacnoticias, la activista señaló que ella, como otras integrantes de la COMO, reciben entre cuatro o cinco llamadas telefónicas en sus domicilios todos los días, donde son insultadas por simpatizar con la APPO.
«Nos dicen que va a cargar el diablo», pero «eso es lo de menos, porque generalmente las amenazas y el hostigamiento va acompañado de una serie de palabras soeces».
Las ojeras bajo sus ojos delatan que duerme poco, pero sostiene que nada detendrá su «firme convicción», pues plantea que lo que están haciendo al oponerse al gobierno de Ulises Ruiz «es por transformar a esta sociedad, necesitamos un mundo más justo para nuestras hijas e hijos».
Jiménez Alvarado, trabajadora de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, una de las activistas aún visibles, apunta que a veces se desesperan, «pero la situación nos hace salir adelante».
Aunque reconoce que pueden ser detenidas en cualquier momento o «incluso quitarnos la vida, aquí vamos a seguir» todas las compañeras de la COMO, continuaremos con nuestras diversas actividades, como el festival para las y los hijos de presos y asesinados de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.
A sólo unos metros de ella, policías estatales y municipales hacen un cerco alrededor de la plazuela del Carmen, muy cerca de Santo Domingo de Guzmán, e incluso impiden el paso de turistas sobre el andador de Macedonio Alcalá.
No sé a qué le tienen miedo, aquí sólo hay mujeres y niños, dice Patricia Jiménez Alvarado, quien participa activa en la fiesta que este sábado ha organizado la COMO para los niños y niñas, aunque sus propios pequeños «por razones obvias» no están con ellas.
Jiménez Alvarado agrega que muestra del hostigamiento gubernamental fue tratar de impedir la entrega de juguetes este sábado 6 de enero a «los niños y niñas de la APPO». Desde que iniciamos la colecta en el Instituto de Artes Gráficas, con la autorización del maestro Francisco Toledo, nos estuvieron vigilando.
Luego sacamos una mesa a la calle, sobre Alcalá. Ahí llegó Aristeo López Martínez, coordinador de Seguridad Pública, Vialidad y Tránsito Municipal, quien nos pidió que nos retiráramos o nos iban a desalojar. Entonces nos fuimos al atrio de Santo Domingo, con autorización de los dominicos y fuimos acordonados por policía, Y este sábado nos siguieron hostigando.
A pesar del cerco policíaco, el acopio de juguetes rindió sus frutos: miles de artículos fueron recolectados y después entregados; se repartieron las tradicionales roscas de Reyes, se distribuyeron dulces, refrescos y atole; hubo un festival y se rompieron varias decenas de piñatas que obligaron a los niños y niñas dejar a un lado ?aunque fuera por un rato- sus pancartas donde pedían la libertad de sus padres, madres y abuelos.
07/SJ/GG
