Cuatro agentes de la sección turística de la Policía Municipal en esta ciudad fronteriza violaron el 22 de septiembre a una visitante estadounidense de 39 años, denunció la afectada ante autoridades mexicanas y de su país.
«Jane» (nombre ficticio) reveló ante el departamento de policía de La Mesa, California, y el consulado mexicano en San Diego, la agresión tumultuaria que, según el periódico en línea mexicopolitico.com, ratificaría hoy lunes ante las autoridades de Baja California, en un caso sobre el que se ha guardado silencio.
El careo pretende que la agredida ratifique la identidad de los policías, Raúl Javier Paredes Esquer y Víctor Hugo Islas Vargas, a quienes señaló plenamente desde la agresión y quienes presentaron una renuncia voluntaria el pasado 8 de octubre solicitando que «les sean pagadas todas y cada una de las prestaciones a las que tienen derecho».
«Jane» y su novio, de 24 años de edad, entraron en contacto con la policía turística luego de que tuvieron un altercado con un mesero del bar Buckets. Los agentes decidieron que ella, el novio de 24 años y el cantinero cometían una infracción por escandalizar en la vía pública.
Entonces los dos agentes identificados la llevaron a un hotel en la zona centro donde la forzaron a practicar el sexo oral. Salieron de la habitación por condones, presuntamente, y regresaron con otros dos policías, de acuerdo con la información de mexicopolitico.com.
Al novio lo retuvieron en la patrulla. Más tarde los dejaron en la línea internacional del país.
Del otro lado ella acudió al Hospital Groosmont, donde le practicaron un examen médico que confirmó la violación tumultaria. La versión de la norteamericana fue videograbada por las autoridades consulares en San Diego.
Horas después de la denuncia, el 23 de septiembre, el Consulado General de Estados Unidos en Tijuana intervino y reclamó una profunda investigación sobre los hechos. Este crimen favorece riesgo latentes de un conflicto binacional, de acuerdo con el analista Atahualpa Garibay.
A pesar de que identificó a dos de los cuatro agentes municipales, hasta ahora no se ha girado orden de aprehensión contra ellos.
En el 2002, la policía turística de Tijuana acumuló múltiples denuncias por abuso de autoridad y corrupción. Abundan las quejas por extorsión contra elementos policiacos, según el meido citado.
Hasta el cierre, la agente del ministerio público sobre delitos sexuales de Tijuana, María Antonieta Sauceda, no había podido confirmar a cimacnoticias la visita de la víctima a esa agencia especializada para proseguir con la investigación.
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