La violencia intrafamiliar pone en riesgo la calidad de vida de la ciudad de México, advirtió el director general de Equidad y Desarrollo Social del gobierno capitalino, Pablo Yanes Rizo, quien atribuyó el problema a que el Estado abandonó sus responsabilidades sociales.
Al abrir los trabajos del foro «Construyendo la esperanza: primer encuentro nacional sobre violencia familiar en México», el funcionario del Gobierno del Distrito Federal aseguró que esa violencia es un asunto de orden público nacional que precisa de políticas sociales para su solución.
Dijo que sin la inserción de ese tema en la agenda nacional no se podrá construir un proyecto de equidad en la ciudad.
El foro fue convocado por el gobierno capitalino y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas par la Mujer (Unifem). La inauguración se realizó en la Casa de la Cultura de la delegación Tlalpan.
Yanes Rizo informó a cimacnoticias que este año la dirección a su cargo destinó 50 millones de pesos para el combate de la familiar intrafamiliar.
Adelantó que el albergue para mujeres maltratadas del gobierno capitalino ampliará su capacidad el próximo año hasta en 40 por ciento, para estar en posibilidades de recibir a más mujeres víctimas de este fenómeno, junto con sus hijos.
Comentó que de acuerdo con las estadísticas de la ciudad, la violencia intrafamiliar no es privativa de ningún grupo social, ni zona específica del Distrito Federal, pero reconoció que presentan mayor incidencia las delegaciones con alta densidad poblacional, como Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón.
En su opinión, la violencia intrafamiliar se vincula con la profundización de la desigualdad, la baja autoestima, el abandono de las responsabilidades sociales del Estado, el deterioro de las condiciones de trabajo y la creciente presión sobre las familias para resolver problemas competencia del gobierno.
Yanes aceptó que la inseguridad y la falta de espacios públicos, el mal uso del tiempo libre, el incremento de las adicciones y otros factores culturales tienen incidencia en este fenómeno que afecta principalmente a las mujeres, menores de edad, así como a personas de edad avanzada.
Dijo que existe una crisis en los roles tradicionales de género, que no está siendo resuelta mediante la equidad sino vía el conflicto y la violencia, situación que pronosticó no se resolverá sino a través de una política social integral.
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