Sólo con una visión integral de la condición que viven 25 millones de mujeres rurales, nuestro país podrá aterrizar los compromisos nacionales e internacionales adquiridos, de lo contrario su presente y futuro será el mismo que hasta ahora: el del rezago y la marginación, reconoció la directora general del Instituto Michoacano de la Mujer (IMM), Rubí de María Gómez Campos.
En el marco del Congreso Internacional de las Mujeres Rurales Estrategias para su Desarrollo, organizado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), dijo que el diseño de políticas públicas para las campesinas será una realidad en México, si se toma en cuenta la condición social y el espacio rural en que habitan.
Al dictar la conferencia magistral Mujer Rural: Políticas Públicas y Perspectiva de Género, la titular del INM calificó como paradójico que en el denominado «siglo del desarrollo», se cuente con instrumentos internacionales como la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y, sin embargo, la situación de las mujeres del campo sea de exclusión, violencia y marginación.
Expuso que el IMM ha emprendido programas piloto, proyectos, talleres, conferencias, congresos y cursos de capacitación con una perspectiva transversal de equidad entre los sexos, dirigido no sólo para las mujeres sino para toda la ciudadanía, porque el hacer realidad los derechos de humanos de las campesinas debe involucrar a toda la sociedad.
Así -abundó- desde que se fundó el IMM (8 de marzo del 2002), se han creado instancias municipales de Atención a la Mujer; se cuenta con 29 institutos municipales de la mujer que funcionan como organismos enlace con el gobierno federal y estatal, en torno a las demandas de atención y necesidades sociales de la población femenina.
El IMM mantiene relación con la totalidad de los 113 municipios michoacanos, a través de reuniones periódicas con la Red de Mujeres Municipalistas, compuesta por regidoras de la comisión de la mujer, síndicas y presidentas municipales. El objetivo de la Red es promover activamente el acceso de las mujeres a la toma de decisiones y fortalecer sus acciones de participación política.
En el Auditorio Alfonso García Robles de la cancillería, hizo hincapié en que ante los lentos avances que registraban a favor de una cultura de los derechos humanos de las mujeres en Michoacán, se diseñaron campañas de sensibilización y de difusión de los Derechos Humanos de las Mujeres en lenguas indígenas, así como una de Paternidad Responsable.
«En ese camino pronto nos encontramos con que era necesario involucrar a la sociedad en su conjunto, dado que el objetivo de lograr construir una sociedad más justa y democrática no puede corresponder solamente a la esfera gubernamental, ni constituirla por decreto».
De ello surgió el Primer Congreso Nacional Artístico y Cultural: Ecofeminismo, Étnias y Alimentación Trasgénica, celebrado del 13 al 17 de junio pasado, que reunió a especialistas ambientales y de género, académicas y académicos, funcionarios, indígenas y campesinos, así como organismos de la sociedad civil, provenientes de nueve estados de la República Mexicana y de naciones como Alemania y Panamá.
Como proyecto piloto está el emprendido en la comunidad de San Lorenzo, municipio de Uruapan denominado Programa de Fortalecimiento Productivo con enlace hacia la comercialización, que mediante un proceso de vinculación binacional establece puentes de capacitación y comercio en las y los migrantes con sus comunidades de origen.
También, señaló que a través del programa de Capacitación, que además de atender al proceso de formación de funcionarios de los tres niveles de gobierno, permitirá incluir la transversalidad de la perspectiva de género.
Este programa incluye de talleres y Conferencias sobre: Autoestima, Derechos Humanos y Teorías Ciudadanas, así como la recuperación a través de capacitación técnica en actividades artesanales y tradicionales en extinción, como el arte plumaria y la cerería.
Ante la directora regional del UNIFEM, Teresa Rodríguez; la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, María del Refugio González; la representante asistente de la FAO en México, María del Carmen Culebro, así como mujeres indígenas de diversos países, Gómez Campos explicó que la vinculación interinstitucional ha permitido operar mediante asesorías y acompañamiento, a proyectos productivos para mujeres como el Programa de Atención Productiva para Mujeres Indígenas (POPMI).
05/GV/SJ
