Magali, con sesenta años de edad, lleva cuatro años y medio viajando de La Habana a Cienfuegos, en espera de que su esposo, el disidente Vladimiro Roca, salga de prisión.
Su marido fue detenido en La Habana el 16 de julio de 1997, tras dar a conocer ante los medios de comunicación el documento anticastrista «La Patria es de Todos», escrito en coautoría con Martha Beatriz Roque, Félix Bonné y René Gómez Manzano a nombre del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna sobre la Realidad Sociopolítica de Cuba. Cumplirá su sentencia el próximo julio.
Vladimiro Roca, hijo del exlíder comunista Blas Roca, es fundador del Partido Social Demócrata Cubano (PSDC). Desde su celda en la cárcel de Ariza en Cienfuegos, espera su puesta en libertad. Su caso fue adoptado por Amnistía Internacional, entre otras organizaciones de derechos humanos y políticas en la región.
Recientemente, la agencia AP denunció el mal estado de salud de Roca, quien sufrió un ataque de bronquitis asmática en su celda en aislamiento.
Una vez por mes, visita al disidente, con quien comparte una hija, un hijo y un nieto menor de un año de edad al que Roca apenas ha visto. Cada ocasión, la desnudan totalmente para evitar que lleve o saque documentos, como la «autoentrevista» que el socialdemócrata se hizo en 1999, tras su sentencia.
Por tales razones, Magali Roca agradeció en entrevista telefónica, las gestiones del presidente Vicente Fox ante Fidel Castro para la liberación anticipada de su esposo. «Me sorprendió gratamente, pensé que no lo iba a hacer, se lo agradezco. Ojalá veamos a Vladimiro fuera de prisión, dado su mal estado de salud», señaló.
Una vez libre, Vladimiro Roca reorganizara el PSDC, como forma de integrarlo a la Internacional Socialista, sostiene la vendedora de nieves desde su hogar en el barrio Nuevo Vedado, de la capital cubana.
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