Villahermosa, Tab., 24 abril 08 (CIMAC)- «Si es posible, nos sacarán muertos, porque ya basta con esta injusticia: 11 años de pedir justicia, más nunca somos escuchados, la respuesta del Gobierno es que somos culpables, que no pertenecemos a ningún grupo étnico indígena».
Expresan lo anterior en una carta, Francisco y Ángel Concepción Pérez, indígenas zapatistas presos en la cárcel municipal de Tacotalpa, quienes luego de las primeras 48 horas de haber iniciado una huelga de hambre dieron a conocer por medio de una carta que su ayuno será por tiempo indefinido.
Ante la decisión última de los dos indígenas de Huapacal, municipio de Tila, Chiapas, las familias de ambos, así como integrantes de La Otra Campaña y otras organizaciones civiles que realizan un plantón afuera de la cárcel, dieron a conocer que también prolongarán su protesta por tiempo indefinido.
Según informó a La Verdad del Sureste Mauro Guzmán, representante de La Otra Campaña en Tabasco, el Director del penal en Tacotalpa dio a conocer un comunicado en el que desmiente que los dos indígenas recluidos desde hace casi doce años estén en huelga de hambre.
Sin embargo, desde el martes pasado, dijo la misma fuente, el médico de la cárcel comenzó a vigilar el estado de salud de Francisco Pérez Vázquez y Ángel Concepción Pérez Gutiérrez (padre e hijo), quienes podrían presentar problemas de inmediato, ya que ambos son diabéticos y el último está sujeto a estudios médicos para desechar la posibilidad de un cáncer.
Según información del mismo Mauro Guzmán, ayer miércoles arribarían a Tacotalpa dos representantes del Servicio Internacional para la Paz (Sipaz), coalición de organizaciones de América del Norte, América Latina y Europa formada en 1995 para apoyar el proceso de paz en Chiapas, quienes solicitaron ya una audiencia con el Director del penal, al igual que lo pidieron enviados del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
De parte del gobierno estatal, afirmó Guzmán, «hay una total indiferencia» respecto a la lucha que han emprendido los dos integrantes de las bases zapatistas, sentenciados a 25 años de prisión por el asesinato de un campesino tabasqueño, sin que su responsabilidad haya sido probada durante el proceso a cargo de las autoridades judiciales del estado de Tabasco. El proceso, además, ha sido señalado como «plagado de irregularidades» por defensores de los derechos humanos, como la abogada Pilar Noriega.
En la carta que anteayer hicieron pública desde el penal, los dos presos escriben también: «…este encarcelamiento es una privación ilegal de nuestra libertad», un secuestro con premeditación, alevosía y ventaja».
«¿Por qué no nos reconocen como indígenas de la etnia chol de Tila, Chiapas?», se preguntan, para después advertir: «…no será levantada la huelga de hambre hasta que nos hagan libertad con justicia, ni tampoco será levantado el plantón, ni mis hijos, ni mi familia que están frente a la cárcel».
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