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Zimbabwe: 80 por ciento de huérfanos lo son por culpa del SIDA

Por Redaccion

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) denuncia el difícil momento que atraviesa Zimbabwe, un país donde el SIDA afecta al 20 por ciento de los adultos y donde la orfandad es una realidad cotidiana para la población infantil, informa Canal Solidario.

Miriham tiene 16 años y desde que se quedó huérfana cuida de sus cuatro hermanos pequeños. Además de ocuparse de ellos y de la casa familiar, acude todos los días a clase y encara el futuro con una determinación admirable, explica James Elder, responsable de Comunicación de UNICEF en Zimbabwe. Pero lo mejor de todo es que hay muchas Mirihams a lo largo y ancho del país, muchos casos de niñas, niños y jóvenes que con su empeño y la ayuda de sus familias y de la comunidad internacional pueden seguir adelante, afirma.

Con el ejemplo de esta joven, Elder ilustra la valentía y el tesón con el que el pueblo de Zimbabwe se empeña en salir de la situación de auténtica emergencia humanitaria en la que se ve inmerso. Este año 2007 está siendo particularmente difícil para las Mirihams del país, si nos les prestamos nuestra ayuda, su situación llegará a ser insostenible.

James Elder visita España estas semanas para sensibilizar a la comunidad internacional sobre la cruda realidad que vive el país africano.

EL PRINCIPAL PROBLEMA

Zimbabwe vive actualmente una profunda crisis humanitaria. Se han juntado muchas cosas. El país debe hacer frente simultáneamente a una profunda crisis económica, a una pertinaz sequía, a necesidades humanitarias agudas debidas a la crisis alimenticia que asola el continente, a brotes de cólera, al acceso insuficiente a los servicios sociales básicos, a la falta de medios y, sobre todo, a la propagación del SIDA.

El SIDA es uno de los problemas que hoy por hoy más nos preocupan. El virus ha llegado a convertirse en una pandemia en el país.

De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el índice de prevalencia del SIDA en Zimbabwe es el cuarto más alto del mundo.

Una cuarta parte de la población es seropositiva. Desde 1990, esta enfermedad ha disminuido drásticamente la esperanza de vida, que ha pasado de los 61 a los 33 años.

Pero además, Zimbabwe es el país del África Meridional que menos apoyo financiero recibe para las víctimas del SIDA.

Tan sólo recibe 4 dólares por persona al año, frente a los 184 dólares que recibe su vecina Zambia. De todas formas, lo peor de todo esto es el gran número de huérfanos que deja la enfermedad.

Zimbabwe es el primer país del mundo en número de huérfanos sobre el porcentaje de niñas y niños. Uno de cada cuatro menores de edad es huérfano y el 80 por ciento lo son por culpa del SIDA que mató a sus padres.

CONDICIONES DE LAS Y LOS HUÉRFANOS

Se calcula que en Zimbabwe hay 100 mil niñas y niños en hogares encabezados por otros menores de edad. Esto conlleva falta de asistencia a la escuela, pérdida de oportunidades y, en definitiva, asunción de tareas de adultos que no se corresponden con su edad.

Las y los huérfanos tienen que añadir a su lógico estrés psicológico por la muerte de sus padres, unas condiciones de vida durísimas y los problemas de salud y nutrición derivados de la situación económica del país, con lo que aún se encuentran más desamparados.

¿CÓMO AFRONTAN ESTA SITUACIÓN?

Les preocupa mucho la situación de las y los huérfanos, dice UNICEF. En Zimbabwe no se les rechaza ni se les margina de la sociedad, como pasa en otros países. Al contrario, hay un buen número de familias que acogen a niños que se quedan solos. Le dan, también, una gran importancia a la educación de las y los menores de edad.

Son una sociedad luchadora y trabajan para salir adelante por todos los medios. Su coraje es su gran esperanza para el futuro. Zimbabwe no es un país donde estén acostumbrados a recibir ayuda internacional. Ahora viven una situación realmente insostenible, la crisis económica les ha llevado a la catástrofe más absoluta, por eso desde el gobierno y desde las organizaciones se han hecho llamamientos a la comunidad internacional para que conozcan y den su apoyo a esta realidad que atraviesa el país.

Si la situación no hubiera llegado a ser tan desesperada, seguramente no se habría hecho este llamamiento urgente, porque hasta ahora no todo eran malas noticias. En los últimos años la mortalidad había empezado a descender y la escolaridad se había extendido prácticamente hasta el 90 por ciento de las y los niños.

NIVEL DE ESCOLARIDAD

Aunque ahora los niveles de escolaridad estén bajando a causa de la crisis, el hecho de que la educación calara tan hondo nos permite hoy que los mensajes lleguen más fácilmente a la población. Es decir, si lanzamos una campaña, por ejemplo, sobre la necesidad de protegerse ante el SIDA, sabemos que la población de Zimbabwe va a responder mucho más fácilmente que la de otros países cercanos.

En Zimbabwe las campañas llegan y luego la gente se acerca a las organizaciones y nos demanda más información y recursos para ponerlas en práctica. Eso dice mucho del afán de superación de este pueblo tan castigado.

POLÍTICA DEL GOBIERNO

Porque no hay recursos, el Gobierno de Zimbabwe se limita a dejar trabajar a las ONG en el territorio, no nos pone ningún problema, podemos movernos libremente por el país para llevar nuestras campañas de educación, de salud, etcétera, pero no se puede decir que haga mucho más que eso.

¿Las sanciones decretadas tanto por la UE como por Estados Unidos contra el gobierno del actual presidente contribuyen a complicar, también, la situación en el país?, se pregunta UNICEF.

Las políticas gubernamentales del Gobierno de Zimbabwe son bastante controvertidas, lo que está sumiendo al país en un aislamiento respecto de la comunidad internacional.

Esto ha tenido como consecuencia una importante disminución de los fondos de donantes a este país. Y ése es, precisamente, uno de los motivos de nuestro viaje a España, dice UNICEF, que hace un llamamiento a la comunidad internacional para que deje a un lado la política y se centre en la infancia de Zimbabwe.

LA SEQUÍA

La sequía es un problema muy grave que se ha recrudecido en los últimos años y que castiga cruelmente a la población de Zimbabwe. La desertificación y la escasez de agua no hace más que empeorar las cosas en un país que, ya de por sí, vive una situación dramática.

LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Hay países como España, Suecia o Suiza que ya destinan dinero y apoyan importantes proyectos en el país. UNICEF pide a la comunidad internacional que conozca la situación que atraviesa el país, que se interesen por sus habitantes y, sobre todo, que no los olviden.

El hecho de que no haya un conflicto como tal no significa que no vivan una situación de auténtica emergencia. Hay muchísimas necesidades, hacen falta recursos, hay que seguir poniendo en marcha proyectos de educación, de saneamiento del agua, etcétera, hay que seguir dando luz a iniciativas que alumbren un futuro para los habitantes de Zimbabwe.

Ellos ponen todo de su parte, pero ningún país que atraviese una situación similar tiene la capacidad de salir adelante solo. Lamentablemente, sin una financiación adecuada es imposible llevar a cabo acciones que permitan proteger a las y los huérfanos.

07/GG

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