Cuando hace poco más de una década que desde el movimiento feminista y amplio de mujeres se impulsó la construcción del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), también se delineó el perfil de quien tendría que ocupar la dirección del mismo.
El compromiso, comprobado, con la igualdad de las mujeres y la defensa de sus Derechos Humanos era y es irrenunciable. Tener compromiso no implica solo activismo o discurso, incluye conocimiento teórico y especialización en la perspectiva de género, tener una visión de Estado para incluir la política de igualdad.
Sin ello, difícilmente se podrá dirigir la institución responsable de la construcción de esa política. Sin una práctica política de igualdad, cuando se tiene que nadar contra corriente, es difícil no solo avanzar sino defender lo ya ganado.
En muchas entidades de nuestro país, la falta de esta visión ha convertido a los institutos de las mujeres en instancias asistenciales, que no buscan la transformación de la condición de subordinación y desigualdad de las mujeres, y que por el contrario sus acciones fortalecen el papel tradicional de la dependencia femenina.
Por ello no es menor la discusión que dentro de los consejos Social y Consultivo del Inmujeres se está dando sobre la designación de la nueva titular del mecanismo.
Quienes formen parte de la terna para dirigir al instituto tendrán que ser mujeres que cuenten con ese compromiso a favor de la igualdad de las mexicanas. Y será este viernes cuando se defina la terna para la elección de la nueva presidenta del Inmujeres.
Si dentro de su haber más que defender los derechos de las mujeres y sus instancias creadas para ello, se ha prestado para disminuirlos no puede formar parte de las candidaturas que conformen la terna, pues desde su postulación se estaría abriendo la puerta a la disminución del lugar político que se merecen las ciudadanas de nuestro país.
No puede buscarse disminuir la presencia política del Inmujeres para fortalecer la política de género en otra secretaria. Tal cual lo anunciara la actual secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, en noviembre pasado, la propuesta para fortalecer al Inmujeres debe construirse entre todas.
El compromiso entonces fue fortalecer, no disminuir ni socavar su liderazgo como instancia rectora de la política de igualdad, por ello la terna que se construya debe contar con las mejores mujeres para ello.
La secretaria de Desarrollo Social conoce muy bien la historia de la construcción del Inmujeres, porque ella ha sido parte del movimiento feminista, quien desde el activismo y posiciones de gobierno ha defendido los Derechos Humanos de las mujeres. Muchas de las consejeras del Inmujeres también lo conocen y por ello están dando la lucha.
¿Cuál es la verdadera voluntad política del Ejecutivo federal? Fortalecer la ciudadanía de las mujeres o disminuirla como lo hizo cuando fue gobernador del Estado de México. Este enigma se revelará este viernes; entonces sabremos también cuál es la historia que se pretende escribir desde Los Pinos para las mexicanas.
Twitter: @lagunes28
*Directora general de CIMAC.
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Zona de Reflexión – Las mejores mujeres para el Inmujeres
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