Entre la desconfianza, la contradicción de cifras y la falta de claridad en sus respectivos informes, dos dependencias federales se reunieron la semana pasada con la comisión de Equidad y Género de la Cámara de diputados a fin de dar a conocer el ejercicio del presupuesto destinado a las mujeres mexicanas en 2002; ejercicio aprobado, entre jaloneos, el pasado 31 de diciembre.
Detrás de una maraña de acusaciones mutuas entre las secretarías de Estado, aunado a la lentitud con la que se han aplicado los recursos en favor de la población femenina, el recorte presupuestal afecta a diversos programas de salud, de violencia intrafamiliar y de educación, entre otros.
En días recientes le tocó el turno a la Secretaría de Salud (Ssa) y al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) para informarles a las legisladoras federales sobre el destino de los dineros con perspectiva de género.
En ambas comparecencias el recorte al gasto social para la población femenina resultó evidente: la Ssa aseguró que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) le había suprimido casi 13 millones de pesos al programa Mujer y Salud; cuyo objetivo es incorporar la perspectiva de género en el sector. Esta disminución representa un recorte de casi 16 por ciento a lo aprobado por el Congreso de la Unión.
El presupuesto original para el programa Mujer y Salud de la Ssa ascendía a 80 millones 747 mil 100 pesos, de los cuales 75 millones eran fondos etiquetados contra la violencia intrafamiliar, y cinco millones 747 mil 100 para otros rubros.
Con tal recorte, la SHCP únicamente entregó a la Ssa 67 millones 940 mil 659 pesos, de ellos, a escasos tres meses de que concluya el año, la secretaría tan sólo ha ejercido 905 mil 514 pesos; es decir, apenas el 1.1 por ciento de lo aprobado.
De los 12 millones 806 mil 441 pesos suprimidos por Hacienda, siete millones fueron cancelados para el Hospital de la Mujer, más de cinco millones figuran como reducción directa de la SHCP, y 550 mil se restaron a la capacitación del personal de la Ssa.
Los funcionarios sanitarios no pudieron explicarles a las legisladoras el porqué del subejercicio, toda vez que la breve reunión fue suspendida por la comparecencia del secretario de Gobernación, Santiago Creel, ante el pleno de la Cámara baja.
Pero la sesión de trabajo que más polémica e inconformidad desató entre las diputadas federales fue a la que asistió la presidenta del Inmujeres, Patricia Espinosa; quien en un confuso informe dio a conocer que el presupuesto original asignado a la dependencia sufrió un recorte de cinco por ciento.
Los recursos aprobados en diciembre del año pasado ascendían a 220.4 millones de pesos, los cuales tuvieron una reducción de 10.9 millones; por lo mismo, el presupuesto modificado quedó en 209.6 millones de pesos. De ellos, dijo la funcionaria, hasta el 31 de agosto pasado se habían ejercido 75.4 millones de pesos: tan sólo 36 por ciento del total.
Las legisladoras Hortencia Aragón, del PRD, y María Elena Chapa, del PRI, inmediatamente replicaron y pusieron en tela de juicio la información de Patricia Espinosa, advirtiendo que no les cuadraban las cifras; esto en virtud de que en una reunión anterior con Hacienda, esta dependencia había informado que el Inmujeres contaba con un remanente de 181 millones de pesos, por no haber sido ejercidos en 2001.
Como respuesta a los interrogatorios, Patricia Espinosa contestó titubeante que deseaba aclarar con Hacienda la versión del presunto remanente; el cual, en todo caso, dijo, sería de 74 millones.
«Tampoco es cierto que tengamos 401 millones de pesos para el ejercicio 2002», aclaró, ya que según la SHCP el Inmujeres tendría 181 millones de pesos sumados a su presupuesto original por 220.4 millones de pesos.
Aunado a este baile de cifras, un documento de la coordinación general de órganos de vigilancia y control de la Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), con fecha del pasado 13 de septiembre y dirigido al Inmujeres, da cuenta que de 222 millones de pesos que tuvo el Instituto para su ejercicio en 2001, sólo gastó 197.7 millones de pesos; es decir, 89 por ciento del total.
Con esa información se establece que el Inmujeres contaría con 24.3 millones de pesos que se estarían ejerciendo en este 2002.
Entonces, ¿a quién creerle sobre los montos reales con que cuenta el Inmujeres? ¿A Hacienda?, ¿a la Contraloría?, ¿al Instituto? Y más todavía luego de conocer la cantidad exacta del presupuesto que dispone para este año, es natural que surja la pregunta ¿en qué se ha gastado?
Estas y otras interrogantes se hacen las diputadas federales mientras que millones de mujeres de todo el país siguen esperando que les llegue el tan ansiado presupuesto con perspectiva de género.
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