La guerra desde la Casa Blanca, es una realidad virtual, tal como la mostraron a los televidentes en 1991 durante la Guerra en el Golfo.
No había bombardeos, sólo luces, fuegos artificiales, nada de muertos, ni madres, ni hombres y mujeres con heridas y fatales consecuencias; tampoco hoy muestran a los niños con leucemia, producida por las bombas impregnadas con uranio, ni los 500 mil que mueren al año, según denuncias de la organización Médicos sin Fronteras.
Con sobrada razón se pregunta Susan Sarandon ¿Qué me ha hecho a mí el pueblo iraquí?
Esta invasión o guerra preventiva con intereses definidos, borra intereses religiosos, de etnia, de género. El Papa Juan Pablo II no acepta la guerra y el ministro de Defensa de España, Federico Trillo, reconocido miembro del Opus Dei, dice que las palabras del jerarca no son vinculantes.
Condolezza Rice, asesora de Seguridad Nacional de George Bush, mujer y negra, actúa como cualquier poderoso que intenta reconquistar el mundo.
Luisa Fernanda Rudi, presidenta del Parlamento español, pidió a los servicios de seguridad que desalojaran la tribuna con los artistas y actrices invitadas, por lucir camisetas con un No a la Guerra. ¿Libertad de expresión?.
Y es que el gobierno español está muy disgustado porque en la entrega de los Premios Goya, en forma casi unánime los artistas expresaron su desacuerdo con la guerra.
El gobernante Partido Popular (PP) no podía admitir tal desafuero y sobre todo que lo hiciesen en la cadena de televisión de servicio público, porque señoras, señores, los artistas a actuar, la política para los políticos. Nada de ejercer derechos ciudadanos.
Es lo menos que podrían hacer los artistas porque ya se encuentran en Bagdad escudos humanos, gente que está marchando hacia Irak para acompañar a los habitantes del país que se encuentra en la mira del mundo.
Y allá en esa ciudad que fue inspiración para antiguos escritores, se encuentran la Plataforma de las Mujeres Artistas contra la violencia de Género que preside Pilar Bardem. Allá, en esa ciudad de las Mil y Una Noches también está Cristina del Valle, la intérprete de La Ciudad de los Sueños Perdidos.
Actores y no actores, la denominada opinión pública y los gobiernos a favor de la guerra harán su pulso el 15 de febrero.
En España, con excepción del PP, todas las fuerzas parlamentarias, las centrales sindicales, las organizaciones no gubernamentales se encuentran en plena campaña por el No a la Guerra, ese mismo que lucieron cuatro modelos en la Pasarela Gaudí.
El gobierno español permite la disposición de todos los preparativos en las bases militares de Rota y Morón. También en Zaragoza existe una base aérea y en Madrid aún quedan retazos de la base de Torrejón.
De tal manera que no pueden sonar rancios las llamados contra la guerra, contra una guerra que se denomina preventiva, que viola la carta fundacional de Naciones Unidas y todas las normas internacionales.
Estados Unidos va a la guerra porque dice que Irak tiene unas armas de destrucción masiva que hipotéticamente puede utilizar, lo cual le confiere el derecho de masacrar a su pueblo, que igual puede leerse como muerte masiva.
Estados Unidos se quiere erigir en justiciero cuando dijo no al Tribunal Penal Internacional porque ellos eligen el enemigo y deciden la lógica judicial para determinar la legitimidad de las pruebas.
A Irak se le ataca por incumplir las resoluciones de Naciones Unidas, sin embargo Israel, Turquía y Marruecos aliados de Estados Unidos son los mayores infractores.
No queda sino el derecho a la palabra, donde se pueda, y el derecho a la movilización. Todos los dictadores, han necesitado de grandes mayorías para irrumpir en el poder, es falso que lleguen solos. Apelemos a nuestra responsabilidad democrática.
2003/FC/MEL
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