Durante 2002, Amnistía Internacional salvó vidas a través del correo electrónico. En una época donde la «lucha contra el terrorismo» impulsada por Estados Unidos hace del mundo un lugar más peligroso -como señaló la presidenta del organismo, Irene Khan, durante la entrega de su informe anual-, Internet se consolida como espacio de denuncia y defensa de los derechos humanos.
No fue un buen año para los derechos humanos. Otra vez. La entrega del informe anual de Amnistía Internacional (AI) dejó al descubierto la precaria situación en que viven millones de personas en el mundo. Situación que hoy se ve agravada por la «guerra contra el terrorismo» promovida por Estados Unidos. De acuerdo a este organismo internacional, esta política impulsada por la administración Bush, lejos de lograr una mayor seguridad global, ha hecho del mundo un lugar «más peligroso».
Durante la presentación del documento en Londres, la secretaria general de AI, Irene Khan, aseguró que «desde que se acabó la Guerra Fría, en ningún momento han estado los seres humanos más inseguros en todo el mundo.»
En su discurso, Khan subrayó que esta lucha antiterrorista «ha recortado los derechos humanos y ha socavado el imperio del derecho internacional, porque los gobiernos se han blindado contra todo escrutinio, porque se han agravado las divisiones entre pueblos de distinta fe y origen, y se ha desviado la atención de enconados conflictos y otras fuentes de inseguridad».
Dentro de este complejo escenario, las campañas de denuncia y de peticiones de apoyo a través de Internet se transforman en un camino alternativo y potente en la defensa de los derechos de las personas. Durante 2002, Amnistía Internacional realizó numerosos llamados a favor de presos de conciencia, víctimas de tortura y personas condenadas a muerte.
Entre ellas destaca la campaña por Amina Lawal, la mujer nigeriana condenada a muerte por lapidación, acusada de adulterio y cuya causa actualmente se encuentra en la Corte Suprema de su país. En defensa de su vida ya han firmado cinco millones 900 mil personas.
Cabe recordar que durante 2001, AI realizó un llamado similar a favor de Safiya Yakubu, otra mujer nigeriana que recibió igual condena y que finalmente fue absuelta.
La petición electrónica que instaba a los gobiernos a ratificar el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional fue otra empresa exitosa, con más de 80 mil firmas provenientes de todo el mundo.
El organismo realizó además, a través de su sitio web, una campaña contra la tortura, de denuncia sobre el comercio de armas –realizando un emplazamiento a los países miembros del G-8 para controlar la situación- y especiales de países con continuas crisis de derechos humanos como Irak, Israel y los territorios ocupados de Palestina, y Colombia.
Para 2003 se prepara una campaña mundial sobre Discriminación contra las Mujeres, que busca complementar las iniciativas emprendidas este año, donde destacaron las acciones emprendidas en Pakistán por modificar la legislación, que no contempla la violencia hacia las mujeres como delito. En Kenia y otros países de África se llevaron a cabo programas de educación sobre los derechos de las mujeres y la infancia.
En la red de trabajo sobre la Infancia, los esfuerzos se centraron en la protección de menores de los territorios ocupados de la Autoridad Palestina, así como en denunciar los abusos de que son víctimas los niños y niñas de Burundi producto de vacíos legales, y el trato que se dispensa en Bulgaria a los menores con discapacidad mental.
Cabe destacar la campaña realizada en Estados Unidos a favor de Napoleon Beazly. A través del envío de mil 600 tarjetas postales se solicita la suspensión de su ejecución; Beazly se encuentra condenado por un delito cometido cuando tenía 17 años.
LAS MUJERES
En su informe, AI desglosó la situación de los derechos de las mujeres por países destacándose las agresiones sexuales de las que fueron víctimas durante conflictos armados: en Chechenia, militares rusos violaron gran número de mujeres, lo mismo se reportó en Sudán, mientras en Congo se registra una incesante violación a civiles por soldados ruandeses.
Sin embargo, la guerra no es la situación más peligrosa para la población femenina, según los casos retomados por Amnistía en sus apartados por país de violencia hacia las mujeres.
Cientos de mujeres en Pakistán se reportan como ultimadas en el seno de su familia bajo los llamados crímenes de honor. El organismo recogió 17 casos de estos asesinatos en Jordania y un número indeterminado de los mismos en Líbano, países todos con fuerte tradición musulmana.
En Bangladesh, también en el sur de Asia, hubo frecuentes informes de agresiones contra mujeres en sus casas y en las calles, entre violaciones, asesinatos y castigos con ácido para deformar sus rostros.
Mientras que en los Balcanes -Albania y Kosovo- se trafica con mujeres y niños/as para su explotación sexual, en la isla de Filipinas las presas son vejadas y torturadas.
En Arabia Saudita una mujer fue condenada en febrero pasado a 65 latigazos y seis meses de prisión por presunto adulterio con su cuñado, pese a que fue violada por él.
En Afganistán las restricciones a la vestimenta y circulación de las mujeres se mantiene, a pesar de la caída del régimen talibán, debido a creencias religiosas o por seguridad personal. En tanto, la ex ministra de la mujer, Sima Samar, fue objeto de intimidación y acusada de blasfemia.
México también ocupó su lugar en el informe ante la impunidad tras una década de asesinatos en la fronteriza Ciudad Juárez, así como por las violaciones de dos indígenas tlapanecas, Valentina e Inés, en la marginada montaña de Guerrero cometidas por militares.
AMÉRICA
El organismo internacional calificó como un «escándalo» la detención –sin cargos ni juicio- de unos 600 extranjeros en la base militar de Estados Unidos en Guatanamo, Cuba, tras la guerra de Afganistán, «mientras declara estar dispuesto a llevar a la justicia a las víctimas de Irak», se dictamina en el documento.
Por otra parte, AI dedica, en su introducción al informe mundial por países, una mención particular al conflicto armado en Colombia, que califica de «tragedia» de los derechos humanos, y que ha merecido escasa atención internacional.
Subraya que desde 1985 han muerto más de 60 mil personas, el 80 por ciento de ellas civiles, y centenares de miles se han visto obligadas a desplazarse, han sido torturadas o han desaparecido, por lo que advierte que «todas las partes implicadas en el conflicto deben asumir su responsabilidad en la perpetuación del ciclo de la violencia en ese país».
La organización internacional acusó a las autoridades de Cuba de seguir aplicando «medidas drásticas para reprimir la posible disidencia interna» y destacó que más de 50 personas estaban condenadas a muerte a final del año pasado.
Pero, también advierte que el embargo impuesto hace más de 40 años por Estados Unidos a la isla contribuyó a crear un clima de negación del ejercicio de los derechos humanos fundamentales.
Respecto a Brasil, el informe de AI afirma que la violencia policial, la impunidad, las torturas y malos tratos en cárceles y comisarías, así como la persecución de campesinos e indios continúa, pese a las leyes sobre derechos humanos aprobadas durante el pasado gobierno.
En Venezuela, la violencia, la polarización política y los rumores de un golpe militar aumentaron la inestabilidad y amenazaron con ocasionar más abusos graves, según el informe.
Sobre Perú, se denuncia la vigencia de la legislación antiterrorista y la privación de libertad de presos «falsamente» acusados en el pasado de delitos relacionados con el terrorismo.
Señala que hubo informes sobre tortura y malos tratos y que los casos de miembros de las fuerzas de seguridad acusados de violaciones de derechos humanos seguían transfiriéndose a tribunales militares.
El organismo fue fundado en 1961 por el abogado británico Peter Benenson. En la actualidad cuenta con más de un millón de miembros y donantes habituales en más de 140 países. Amnistía Internacional, que se centra en la realización de labores de investigación y acción para impedir o poner fin a atropellos de los derechos de las personas, es una de las organizaciones no gubernamentales y autónomas, de mayor prestigio en el orbe.
* Mujeres Hoy
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