María Lavalle Urbina, defensora de los derechos de las mujeres en México y fuera de él regresó a su natal Campeche: su nueva efigie se alza sobre la avenida que ya lleva su nombre.
Como pocas mujeres que se trazan un sendero, María Lavalle Urbina, campechana de nacimiento, supo trascender en la memoria colectiva de la nación a través del apostolado de la enseñanza, como abogada, magistrada y senadora de la República, entre otros cargos que ostentó.
A diez años de su deceso y al ajustarse el 98 aniversario de su nacimiento, el pueblo y el Gobierno de Campeche, le rinden homenaje a su trayectoria educativa, judicial y legislativa y se preparan para celebrar el primer centenario de su nacimiento.
El monumento erigido a Lavalle Urbina, en la ciudad capital del Estado de Campeche, Campeche, mide 3.80 metros, pesa 800 kilogramos, fue elaborado por el escultor Ricardo Ponzanelli y hoy cumple su primera semana ante la ciudadanía.
Catalogada como una campechana universal, Lavalle Urbina, fue la primera abogada campechana, primera mujer mexicana en llegar al Senado y luego presidirlo, la primera en recibir la medalla «Justo Sierra Mández», máxima presea que otorga el Gobierno de Campeche, y, primera en muchas otras misiones.
María Lavalle Urbina, Urbina nació en el estado de Campeche y falleció el 23 de abril de 1996. También fue la primera magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Distrito y Territorios Federales de 1947-1954, la primera que presidió el Senado de la República en 1965.
Fue una de las dos primeras senadoras en la historia nacional, la otra fue Alicia Arellano, ambas por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la XLVI-XLVII Legislatura (1964-1970).
Entre otros cargos fue jefa del Departamento de Prevención Social de la Secretaría de Gobernación, de 1954-1964 y de 1965 a 1971 fue Directora Nacional Femenil del Comité Ejecutivo del Partido Revolucionario Institucional; Jefa de la campaña de alfabetización en Campeche 1944-1964.
María Lavalle Urbina representó a nuestro país en 30 reuniones internacionales, en asambleas de la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA (1965); en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en la ONU (1957-1968).
Fue directora del Registro Civil de la Secretaría de Gobernación (1970-1976) y subsecretaría de Educación, 1976-1980.
También fue presidenta de la Alianza de Mujeres de México; perteneció a la Academia Mexicana de Educación y a la Asociación de Derecho de la Familia de la Asociación Nacional de Abogados.
Destaca, en mucho, su labor por las causas populares, entre estas podemos contar la campaña de alfabetización de su natal Campeche y la elaboración de la cartilla bilingüe para la población maya.
En social, durante su desempeño como Jefe de Prevención Social de la Secretaría de Gobernación, trabajó por el rescate de los menores delincuentes y la humanización del trato a los confinados en las Islas Marías; y otra labor de gran relevancia en materia legislativa, es la iniciativa de reformas constitucionales para lograr igualdad jurídica de la mujer trabajadora, presentada en su carácter de Senadora. No se puede dejar de mencionar que fue una de las principales impulsoras del voto femenino en México.
Además de que sus aportaciones sobre la niñez y los derechos humanos han sido recogidos en nuestra legislación.
Entre sus obras destacan: Delincuencia infantil, 1945; Delincuencia de los menores, 1949; y Situación Jurídica de la Mujer Mexicana, 1953.
Asimismo dentro de sus reconocimientos destacan: La Mujer del Año 1963; premio de la ONU por servicios eminentes a la causa de los derechos humanos en 1973; medalla de honor al mérito jurídico de la Asociación Nacional de Abogados, 1979; Medalla Justo Sierra del Gobierno de Campeche, 1981; medalla Belisario Domínguez del Senado de la República, 1985.
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