Continúa este recuento de tan sólo 10 casos de violencia contra las mujeres, de los muchos que se han cometido en este país latinoamericano, donde las víctimas son mujeres argentinas, pero el agravio es para todas las del mundo.
El feminicidio no es sólo una forma de dominación, poder y control, es el fin de la esperanza, porque acaba con la vida. Es la historia de Sandra Reiter y Carolina Alló, cuya evocación nos recuerda que no ha terminado el sufrimiento.
SANDRA REITER
De nada sirven las denuncias
Murió el 24 de febrero de 2003 en el Hospital de Haedo. Nueve días antes, Walter Monolo la había baleado a quemarropa por la espalda.
La principal testigo de la acusación fue una de sus hermanas, quien declaró que escuchó a Sandra y a Manolo discutir por casi cinco horas. «Hasta que él le gritó: «¡Me voy, vuelvo en diez minutos y te mato!». Relató que «Walter volvió y empezó a golpear la puerta pidiendo que le abriéramos» y aseguró que cuando logró entrar «fue directamente hasta Sandra, y le disparó en la espalda». «A pesar de nuestros ruegos, le pegó un tiro y luego se marchó sin decir palabra», dijo el novio de la hermana de la chica, quien también se encontraba en el lugar.
El asesino permaneció prófugo hasta mayo, cuando fue capturado en Rosario.
Sandra había denunciado a su ex pareja porque la amenazaba de muerte. Llevaban conviviendo dos años, pero según los familiares de la chica la relación se había deteriorado por los celos del hombre.
El abogado de la familia de la víctima explicó que «Sandra había presentado, un mes antes de ser asesinada, una denuncia por amenazas ante una fiscalía correccional de La Matanza contra su ex novio», hoy condenado a 18 años de prisión por el crimen.
«Pero, paradójicamente, quince días después de su muerte, notificaron que cerraban la causa por falta de mérito», indicó el abogado. Según afirmaron los familiares en el juicio, el asesino le había dicho a Sandra: «Sos mía o de nadie, vos de acá no te vas, y si lo hacés vas a ser muerta».
El abogado de la familia, Miguel Ángel Racanelli, aseguró que «el fiscal Ariel Panzoni apelará la condena. Había pedido que el homicida fuera condenado por «homicidio agravado por alevosía», que preveía una pena de reclusión, pero el Tribunal lo condenó por «homicidio simple». Si la condena quedara firme, Monolo ?preso desde el 2003 ? deberá cumplir al menos las dos terceras partes de su condena para quedar libre.
CAROLINA ALÓ
113 puñaladas, sin alevosía y sin ensañamiento
El 27 de mayo de 1996, Fabián Tablado (20 años) mató a su novia Carolina Aló (17 años) de 113 puñaladas porque, según dijo, fue rechazado cuando le propuso a la joven tener un hijo.
La relación llevaba tres años, estudiaban juntos. Él le había pegado varias veces por celos. Para el padre de la víctima, el joven la mató porque ella pensaba dejarlo.
La cuchillada mortal la recibió en el cuello, donde tenía la herida más profunda, y el remate fue una puñalada en el corazón. Los forenses precisaron que Carolina sufrió 113 heridas «cortantes o punzantes» provocadas por tres cuchillos de cocina y por un formón de carpintería.
Además, el cuerpo presentaba 19 hematomas, muchos de las cuales habrían sido producidos por golpes de puño o con un objeto. La joven tenía lesiones en su mano izquierda y en los brazos, lo que indica que trató de evitar ser herida en sus partes vitales.
En 1998 la sala III de la Cámara de Apelación en lo Criminal y Correccional determinó que el crimen no se cometió con alevosía ni ensañamiento, sino que fue un homicidio simple, y le impuso a Fabián Tablado una condena a 24 años de prisión. El fallo fue dividido porque uno de los jueces consideró que el homicida engañó a su víctima y la sometió a un sufrimiento innecesario antes de matarla. Por eso calificó el hecho como homicidio agravado.
Tablado cumple su condena en el penal de Florencia Varela, estudia Derecho y vive en el pabellón evangélico. Se le negó un pedido de salidas transitorias debido a que el informe psiquiátrico arrojó resultados negativos.
Edgardo Aló denunció que «recibe privilegios a cambio de 3 mil pesos mensuales». Puede salir en libertad en 2010 al ser beneficiado con una reducción de la condena que permite la ley.
06/GG