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El cuerpo nuestro de cada día

Por la Redacción

Para el Tao curativo, el segundo sonido curativo –para mantenernos en óptimas condiciones, previniendo o aliviando enfermedades— es el de riñones, órgano interno relacionado con el agua, el invierno, el miedo y la gentileza (confianza), alerta, con el sentido de la audición, oídos y huesos. Partes del cuerpo relacionadas: zona lateral de los pies, interior de las piernas y pecho.

El color de este órgano va del negro o azul obscuro al azul claro, su horario es entre cinco y siete de la tarde y la vejiga es su órgano asociado. Para limpiar y mantener en equilibrio a los riñones Chiuuuuuu que se emite soplando (como para apagar una vela).

Para realizar la práctica, que puedes hacer cuando lo necesites pero se recomienda lo hagas de preferencia en la noche (antes de dormir) y como parte de los otros cinco sonidos curativos, debes estar sentada o sentado, en un lugar cómodo en la orilla de la silla, piernas separadas y pies bien puestos en el suelo, habiendo relajando antes la columna vertebral.

De acuerdo con el manual El sistema completo de disciplinas taoístas, Manual básico de Janette Nutis, instructora Senior de Tao Curativo, los pasos que debes seguir son los siguientes:

1. Con los ojos cerrados y las manos en descanso sobre los muslos (palmas hacia arriba) toma conciencia de tus riñones, centra tu atención en conectar los riñones con el sentido del oído y escucha tus riñones. Pon atención en observar si se presenta alguna sensación de ruido molesto, algo frío y obscuro como una noche de invierno, un sentimiento de miedo o temor. Sonríe a tus riñones y visualiza una luz azul, como si vieras el sol brillando sobre el océano.

2. Ve abriendo los ojos al mismo tiempo que juntas las piernas (poniendo los tobillos y las rodillas en contacto), inhalas profundamente y te inclinas hacia delante, abre los brazos y llévalos a las rodillas abrazándolas (una palma sobre la otra). Con los brazos rectos siente el tirón en la espalda, en el punto donde están los riñones, y mira hacia arriba, inclinando levemente la cabeza hacia atrás sin esforzarte.

3. Redondea ahora los labios y emite el sonido Chiuuuuuu, al mismo tiempo que contraes el abdomen medio (entre el esternón y el ombligo) hacia la columna como empujando hacia la espalda (como si trataras con esto de exprimir tus riñones). Visualiza cómo el exceso de calor, la humedad, la energía enferma y el temor van saliendo de la membrana que rodea tus riñones.

4. Al terminar de exhalar endereza el cuerpo y respira lentamente, llevando los brazos hacia la corona (centro de la cabeza) para juntar una luz azul: cubre con ella tu cuerpo dirigiéndola hacia tus riñones. Baja los brazos y sostén las palmas sobre los riñones. Separa las piernas y regresa a tu posición original.

5. Cierra los ojos y respira normalmente. Sonríe a tus riñones e imagina que aún estás emitiendo el sonido, siente su vibración limpiando y moviendo la energía de los riñones, visualízalos brillando con una fresca luz azul (como el azul del cielo al medio día).

6. Cuando la respiración se haya calmado repite el sonido dos veces más.

En caso de tener dolor de espalda, fatiga, mareo, zumbido de oídos y/o para desintoxicar los riñones esta práctica debes repetirla de 9 a 36 veces, según te vayas sintiendo. Anota tu experiencia en tu Diario del Cuerpo.

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*Periodista mexicana, facilitadora de grupos, terapeuta con Enfoque Centrado en la Persona y Gestalt, instructora asociada de Tao Curativo.
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