Esta semana, el gobierno de Coahuila celebra en La Habana, Cuba, una semana cultural. Y ahí, el gobernador Humberto Moreira, de viva voz, cerró el caso Pasta de Conchos. Oírlo sorprende. Ahora, le dijo a un grupo de periodistas: «hay que preocuparse porque no suceda otro siniestro».
Inexplicablemente Moreira expresó su nueva demanda al gobierno federal: lo que se necesitan son más inspectores en la zona carbonífera, porque ha quedado claro que no eran suficientes en Pasta de Conchos.
Ni siquiera escuchó la pregunta de una reportera cuando se le interrogó sobre cómo quedará la responsabilidad de la empresa. Esa, la Industrial Minera México (IMMSA), que por su omisión y descuido cometió homicidio industrial. La misma que quedará impune, como impune quedará el ex secretario del Trabajo, porque el estado de Coahuila ya cerró el caso y declaró a los industriales como homicidas culposos y nunca juzgó a los directivos.
Moreira más bien estaba muy contento en esa hermosa isla del Caribe. De las viudas no dijo nada, de los 63 cuerpos que no se han rescatado menos. Estaba feliz porque había depositado a los pies del monumento a Benito Juárez un inmenso arreglo floral.
Las y los periodistas mexicanos y habaneros le insistieron: ¿Así quedarán las cosas? Y nada dijo. Sencillamente siguió hablando de las responsabilidades de la Secretaría del Trabajo, porque la semana pasada la Procuraduría General de Justicia del Estado ya cerró el caso judicial, recibió las multas de empleados menores y convalidó la entrega de 180 mil pesos como pago de reparación del daño para cada familia. Los atrapados en la mina eso valen, según la Procuraduría de Coahuila, pues.
Las viudas hace 14 meses que esperan el rescate de los cuerpos, de eso Moreira no dijo nada.
Al parecer a Moreira no le queda aliento para reclamar lo que estuvo reclamando los primeros días de la explosión. Es como si se tratara de algo que ya es molesto para la salud política del estado. Los deudos no podrán enterrar a sus muertos, luego de 116 años desde que comenzó la explotación del carbón en Coahuila.
Moreira, que regresará el miércoles a México, estaba realmente contento, ya que muchas mujeres y muchos hombres de la tercera edad bailarán en la Plaza de Armas de La Habana vieja; acompañado de un gran séquito explicó el programa cultural que acerca a nuestros pueblos. Y de Pasta de Conchos, los deudos, las viudas, del conflicto sindical, nada.
Después de 14 meses desde el siniestro, y luego de que se acumularon pruebas, documentos, explicaciones técnicas muy claras sobre lo que ahí sucedió, pareciera imposible que se repita otra vez la historia. Que los responsables salgan ilesos, que el Estado sea cómplice de los dueños del dinero, que el sindicato no defienda a las familias de muchos de sus afiliados, que la opinión pública se quede callada. Y sin embargo nada parece conmover a la administración de Felipe Calderón, quien tampoco ha contestado las cartas de los deudos, ni oído sus demandas.
Convendría tener una Comisión Nacional de Derechos Humanos real y no al servicio del poder. Y convendría también tener un país donde se investigaran las cosas para tomar decisiones.
Ahora todas las personas que conocen los informes de la Pastoral Laboral: los técnicos que realizó el órgano interno de la Secretaría del Trabajo; los testimonios de los trabajadores; incluso el informe sobre las condiciones de la mina que hizo la Patronal recientemente, sabemos que la mina estaba en malas condiciones, que hubo negligencia oficial, que se pueden rescatar los cuerpos si se contrata personal especializado, si se hacen dictámenes científicos, de nuestras instituciones.
Todo eso, por salud del estado de Coahuila podría defenderlo el gobernador Humberto Moreira, porque se dice que en la región carbonífera apenas se ha explotado el 15 por ciento de los yacimientos.
Pero no. Eso ni soñarlo. Y es que, está claro, no cuentan los pobres ni las viudas. Al menos no ahora, que es una época donde no hay elecciones, y donde lo que toca es invertir en otras cosas, tanto en tiempo como en dinero, tanto en política como en imagen.
* Periodista y feminista mexicana, reportera en los diarios El Día, unomásuno y La Jornada, candidata en 2005 al Premio Nobel Mil Mujeres por la Paz.
07/SL/GG/CV