Los ignorantes lo revuelven todo. Con esa sentencia daba por concluida las discusiones absurdas el prestigiado maestro Rubén Salazar Mallén. Y no pude menos que acordarme de mi fulminante maestro al leer las declaraciones del gobernador de Jalisco.
El pasado 5 de agosto, Emilio González Márquez, gobernador de Jalisco, dijo que «No le corresponde al Estado repartir condones… porque entonces vamos repartiendo un six de cerveza y el vale para el motel» y con ello pagar «la diversión de los jóvenes».
El gobernador añadió que sólo tiene la obligación de repartir condones entre «la comunidad homosexual», pues ésta se halla en «alto riesgo de poder contraer el SIDA».
Las declaraciones del gobernante tienen como marco la Feria del Condón en Jalisco y la renuncia del titular del Consejo Estatal para la Prevención del Sida (Coesida), Sergio Zúñiga.
Pero no paró ahí el asunto. Como decía otro maestro: cuando alguien exhibe su ignorancia la exhibe en todo su esplendor.
Para «componer» su dicho, González Márquez agregó días después: «Lo que estoy diciendo, desde Coesida y desde la sociedad, es que hablemos de abstinencia sexual y hablemos de fidelidad… El SIDA se da por la promiscuidad, no se da por no usar condones… si una persona le es fiel a su pareja no tiene riesgo de SIDA, a no ser que venga por transfusión sanguínea…»
Asimismo, declaró que el nuevo titular de Coesida será alguien «que no sea sólo un distribuidor de condones» sino alguien que pueda decirle a los jóvenes ‘oye, abstente, no tengas relación sexual, que pueda decirle a los casados ‘oye, sé fiel a tu pareja’.
Sí, tenía razón mi maestro: los ignorantes lo revuelven todo.
El gobernador de Jalisco parte de premisas equivocadas: 1) Si repartes condones entre la juventud promueves las relaciones sexuales. 2) El SIDA «se da» entre homosexuales. 3) el remedio contra el SIDA se encuentra en la abstinencia y la fidelidad.
Es evidente que el señor González Márquez ha leído muy poquito respecto a la que se ha calificado como la pandemia del siglo. Pero, además, tampoco se ha preocupado por conocer los resultados de las políticas de abstención y fidelidad en otros países. Dogma de fe contra conocimiento, parece ser la base de sus declaraciones.
Diversos estudios muestran que la juventud tiene relaciones sexuales a tempranas edades. La mayoría sin protección. Es decir, repartir condones entre jóvenes no promueve las relaciones sexuales. Ellos y ellas las tienen con y sin nuestra venia, con y sin nuestra bendición, con y sin la orientación del Estado.
De hecho, la Encuesta de la Juventud 2005 señala que para evitar enfermedades venéreas sólo 16 por ciento optó por no tener relaciones sexuales. El resto de las personas encuestadas optó por el preservativo.
Para continuar, el fracaso de los programas que sólo promueven la abstinencia sexual como método para disminuir los embarazos entre adolescentes o el SIDA ha sido estrepitoso.
En fecha reciente, distintas agencias informativas difundieron una investigación de la revista científica «British Medical Journal». Tras evaluar 13 estudios elaborados en Estados Unidos con 15 mil jóvenes de entre 10 y 21 años, se concluye que las iniciativas para promover la abstinencia sexual no habían conseguido ni retrasar la edad en que las y los adolescentes empezaron a tener relaciones sexuales, ni habían incidido en el número de parejas sexuales.
Y conste que desde 1996 el gobierno norteamericano impulsa una agresiva campaña en las escuelas a favor de la abstinencia sexual antes del matrimonio.
Con respecto a la fidelidad… ¿qué puedo decir? ¿Creer que por decreto o por consigna religiosa se es fiel? ¡Por favor! ¿Sabía, señor gobernador, que el número de mujeres infectadas con el VIH en nuestro país ha aumentado notablemente? ¿Sabía que la mayoría de estas mujeres son casadas y fieles? ¿Tiene idea de cómo llegó la infección a sus vidas? ¡Por transfusión sanguínea no!
Es decir, que una persona sea fiel en el matrimonio obviamente no garantiza que la otra parte de la pareja también lo sea. Es más, los estudios muestran que muchos hombres casados que se asumen como heterosexuales sostienen relaciones sexuales con otros hombres casados que de igual manera se asumen como heterosexuales. Y en estas «aventuras» se infectan y contagian a varias parejas.
Lo grave de todo este asunto es que no es el único gobernante que en su ignorancia lo revuelve todo. Peor aún, si algo ha quedado demostrado es que el SIDA «se da» fundamentalmente cuando la ignorancia y las políticas públicas van de la mano.
* Periodista mexicana en Quintana Roo, integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.
07/CL/GG/CV