Casi dos millones de mexicanas (1.9 millones) migrantes trabajan en Estados Unidos en condiciones desfavorables: 24 por ciento se desempeñan como trabajadoras del hogar y 10.2 por ciento tiene ocupaciones de tipo profesional, dio a conocer la organización Mujer Obrera en un comunicado.
Estas mujeres tienen un ingreso promedio de aproximadamente 18 mil dólares anuales, es decir, 5 mil dólares menos que los trabajadores migrantes mexicanos.
Y ellas no son prioridad para las y los representantes norteamericanos, que han creado una economía «para los más afortunados mientras que las mujeres trabajadoras y sus familias estamos enfrentando una crisis de desempleo y pobreza», señala Mujer Obrera, integrada por trabajadoras migrantes y ubicada en El Paso, Texas.
«Y no es porque a los mexicanos nos guste vivir en la pobreza, sino por la falta de inversión en una estructura para el desarrollo íntegro de las mujeres», refiere el documento.
De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés), los flujos migratorios femeninos se han mantenido activos en los últimos 30 años, por lo que hoy 44 de cada cien migrantes mexicanos en Estados Unidos son mujeres.
Asimismo, señala el Unfpa en su informe del Estado Anual de la Población 2006, 52 por ciento de las mexicanas tienen entre 20 y 45 años de edad, y se concentran principalmente en California, Texas y Arizona.
En ese sentido, dice el comunicado de La Mujer Obrera, la franja fronteriza en El Paso, Texas-Juárez, México, que supuestamente se ha desarrollado como resultado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es hoy más pobre y violenta, particularmente para las mujeres en ambos lados de la frontera.
«El impacto de perder más de 30 mil trabajos en un período de tiempo muy corto ha sido un desastre para las familias de los trabajadores en la región de El Paso. La cifra de la pobreza en esta región ha crecido desde la implementación del TLCAN y ahora está en el 30 por ciento».
De acuerdo con el Organismo, Susan Schwab, representante comercial en la Comisión de Libre Comercio, dijo que el TLCAN ha sido un gran éxito para las corporaciones multinacionales que han cosechado beneficios enormes por haber explotado a las mujeres trabajadoras en las maquilas.
«Susan Schwab no está hablando por los millares de mujeres trabajadoras que perdieron sus trabajos, su seguro médico y su futuro en El Paso, ni por las cientos de mujeres trabajadoras que han asesinado en Ciudad Juárez, México», indica la organización.
«Aún así, ni el Gobierno federal, ni el estatal, ni las corporaciones multinacionales han proporcionado alternativas para tratar con la crisis de las mujeres trabajadoras pues los programas de baja calidad, discriminatorios y de reentrenamiento del TLCAN en muchos casos han aumentado la pobreza de los trabajadores, animándolos a que permanezcan en programas pobres de reentrenamiento mientras que los subsidios de desempleo los está forzando a endeudarse», refiere.
Los planes de desarrollo económico del gobierno federal y el estado de Texas incluyen el crecimiento de la base militar Ft. Bliss, dando fondos en grandes cantidades a las corporaciones que se mueven a este estado, desafortunadamente ninguno de estos esfuerzos incluyen a las mujeres trabajadoras, señala la organización.
Por ello, del 27 de agosto al 3 de septiembre la organización Mujer Obrera, integrada por trabajadoras migrantes y ubicada en El Paso, Texas, llevó a cabo un campamento dedicado a atraer más atención y recursos financieros para la superación y el desarrollo de las mujeres en la frontera norte frontera.
Nueve mujeres de la organización decidieron establecerse a lo largo de siete días al aire libre y en huelga de hambre con el fin, dice el comunicado, «de sacar a la luz pública la crisis de pobreza que se está enfrentando en esta ciudad (ubicada) en la nación que se considera la más poderosa del mundo».
En este campamento las mujeres que se mantienen en huelga de hambre exigieron inversión en planes de desarrollo para las mujeres trabajadoras; terminar con la discriminación creciente del trabajo y de raza causada por la fobia anti-inmigrante; y terminar con los abusos contra los inmigrantes en la frontera por nuevas políticas de «seguridad».
Asimismo, buscan que con esta huelga se atraiga la atención a los problemas más severos que enfrentan las mujeres en la zona fronteriza de El Paso, Texas por lo que pidieron al presidente George Bush y al Congreso de los Estados Unidos que no abandonen a las familias trabajadoras de la zona fronteriza a la aplicación de «seguridad» inhumana y al enriquecimiento de corporaciones multinacionales.
Para La Mujer Obrera, la inversión en programas de desarrollo económico es muy importante por lo que proponen que los fondos sean utilizados para apoyar alternativas y planes de desarrollo económicos en la comunidad que alimenten el comercio internacional mientras que crecen las economías locales para las mujeres trabajadoras.
«Sin los recursos de desarrollo, las mujeres trabajadoras y sus niños continuarán siendo forzados a permanecer en la pobreza», enfatiza el comunicado.
MUJER OBRERA
La Mujer Obrera, organización con experiencia en defender los intereses de las y los trabajadores y en crear alternativas de desarrollo, desde hace 25 años ha buscado transformar las condiciones de las mujeres migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, por lo que ha desarrollado una visión integral de superación a través del desarrollo económico edificando comunidades y organizando a los residentes, explica la organización en un comunicado.
En sus inicios, esta organización que se ubica en El Paso, Texas, renovó 4 edificios abandonados y desarrolló 5 negocios con propósitos sociales; impulsó la educación y superación de varios miembros de la comunidad migrante mexicana y contribuyó con la generación de empleos, ganancias e inversiones.
Sin embargo, señala en el comunicado, la Organización considera necesario continuar trabajando dentro de un esquema de marginación política y económica, toda vez que hay más de «mil millones de dólares perdidos y 30 mil mujeres desplazadas con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) en la frontera norte.
Por ello, con el apoyo de las mujeres trabajadoras de la comunidad del Paso, Texas, han establecido planes a futuro mediante el apoyo del Centro del Desarrollo Bilingüe y Empresas Sociales (CDBES) y creando el Museo y Plaza Cultural Mayachén como impulsor del desarrollo económico y de superación por y para las mujeres migrantes mexicanas, explica la organización.
El Museo y la Plaza están considerados como una oportunidad única para esta región fronteriza pues otorgará, entre otras cosas, nuevos trabajos y negocios, así como entrenamiento; oportunidades para el desarrollo del liderazgo de las mujeres mexicanas migrantes; nuevos desarrollos habitacionales; y la diversificación de oportunidades educacionales económicas.
Y estos planes de desarrollo son consecuencia de la falta de interés o inversión en las mujeres mexicanas migrantes, que viven en la pobreza, y enfrentan discriminación, finaliza la organización.
07/HV/GG/CV