Inicio En 20 años han muerto 2.3 millones son niñas y niños por SIDA

En 20 años han muerto 2.3 millones son niñas y niños por SIDA

Por Narce Santibañez Alejandre

En poco más de dos decenios, la pandemia del SIDA ha cobrado más de 20 millones de vidas e infectado a 40 millones de personas, de los cuales 2.3 millones son niñas y niños. Cada año en el mundo se contagian unos cuatro millones de personas.

Según cifras del Fondo de Población de las Naciones Unidas, en algunas zonas de África, al sur del Sahara, un cuarto de la población en edad reproductiva está infectada con el VIH.

En América Latina, la situación no deja de preocupar, porque las cifras relacionadas con este flagelo van en aumento. Se estima que cerca de 2 millones de personas en el Continente viven con el VIH y, de este total, 47 mil son niñas y niños. El Caribe continúa siendo la segunda región del mundo más afectada por esta enfermedad. Los países más azotados son República Dominicana y Haití.

En América Latina, según datos del Programa de Naciones Unidas contra el SIDA (ONUSIDA) también ha ocurrido un incremento importante en el número de mujeres infectadas. Mientras que antes hablábamos –en algunos países– de una mujer infectada por cada siete u ocho hombres infectados, hoy tenemos una mujer infectada por cada tres hombres, en la mayor parte de los países de la región. En el Caribe, la división de la pandemia es ya del 50 por ciento entre hombres y mujeres.

Una tendencia generalizada en América Latina, similar a la del resto del mundo, son los nuevos contagios entre la población más joven. En ese sentido es importante subrayar que los adolescentes, niñas y niños conforman cada vez más un grupo altamente vulnerable a esta enfermedad. La principal vía de transmisión de VIH/SIDA es la sexual (97 por ciento) y casi el 3 por ciento de madre a hijo.

NIÑEZ, 14 POR CIENTO DE MUERTES

Según datos del Banco Mundial, la niñez representa aproximadamente el 14 por ciento de las muertes por SIDA. Esto significa que niñas y niños continúan siendo la cara oculta del VIH. Para Unicef, el SIDA «está redefiniendo el significado mismo del concepto de la infancia para millones de niños y niñas, privándoles de muchos de sus derechos humanos: del cuidado, el amor y el afecto de sus progenitores; de sus maestros y sus modelos de conducta; de su educación y sus posibilidades para el futuro; de la protección que necesitan contra la explotación y el abuso.

En el África subsahariana, la región del mundo más castigada por el SIDA, el VIH ha provocado índices de orfandad sin precedentes en la historia. Según la Naciones Unidas, en un cálculo muy conservador, unos 15 millones de menores de edad en esa región han perdido a su madre, o también a su padre, por causa del SIDA.

Según un informe de ONUSIDA, las niñas y niños que conviven con violencia de cualquier tipo tienen altas probabilidades de contraer el VIH/SIDA. Dicho informe destaca que la violencia sexual no es privativa de las mujeres adultas, sino con frecuencia de niñas y niños, quienes –además de los traumas derivados de la agresión– son vulnerables a adquirir una infección que los matará en los primeros años de su vida.

Asimismo, el informe sostiene que para una niña que ha vivido abuso sexual el riesgo de adquirir VIH permanece, en tanto que tenderá en el futuro hacia prácticas sexuales de alto riesgo, probablemente producto de una baja autoestima. Por la misma razón, contará con menor capacidad de proteger y defender su salud más adelante en su vida.

Si bien es cierto que el VIH/SIDA afecta tanto a hombres como a mujeres, las niñas y niños son de dos a cuatro veces más vulnerables a sufrir los embates de esa enfermedad. Ello debido a que existen factores de orden social, cultural y económico, que conducen a esta desigual proporción.

El bajo status social, la falta de educación (y de educación sexual en las escuelas) y la pobreza extrema, ponen a los niños y niñas en riesgo de explotación sexual y abuso, ubicando a este segmento poblacional en una situación de debilidad mayor. Estas formas de violencia contra la niñez aumentan su vulnerabilidad frente al VIH y reduce a niveles muy bajos su capacidad de protegerse.

El VIH/SIDA es consecuencia del riesgo que se da a partir de las condiciones señaladas y que está asociado fundamentalmente –pero no en forma exclusiva– con la explotación sexual comercial infantil (ESCI).

Existen otros factores que influyen, como la violencia en la comunidad, el hogar, la escuela, los lugares de trabajo infantil, así como los sistemas de atención infantil, lo que nos permite ver cómo la violencia contra la niñez y adolescencia está presente en casi todo escenario, vinculada muchas veces al maltrato sexual y a las violaciones.

07/NS/GG/CV

Este Web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle una mejor experiencia y servicio. Al navegar o utilizar nuestros servicios el usuario acepta el uso que hacemos de las cookies. Sin embargo, el usuario tiene la opción de impedir la generación de cookies y la eliminación de las mismas mediante la selección de la correspondiente opción en su Navegador. En caso de bloquear el uso de cookies en su navegador es posible que algunos servicios o funcionalidades de la página Web no estén disponibles. Acepto Leer más