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La UNAM en la mira

Por Sara Lovera López *

La masacre del primero de marzo en la Amazonía ecuatoriana nos ha dejado una herida fuerte en el alma. Hemos perdido a Natalia y está en el ojo del huracán Lucía Morett, a la que Felipe Calderón dice que quiere investigar.

Ahora es claro. Lucía y sus compañeros universitarios entraron a la Amazonía Ecuatoriana el primero de marzo, después de varios días de estancia legal en Ecuador. Negar eso, mirarlo de otra forma, indicar que hay oficinas de las FARC en la UNAM, es un acto de mala fe política.

Y los testaferros en muchos medios repiten lo que ha salido como rumor desde Los Pinos o desde Bucareli. La verdad es que cinco estudiantes universitarios, de buenas calificaciones, con curiosidad social explicable, que volvían a México entre el 5 y el 9 de marzo, ahí se encontraron con la barbarie, esa que intenta resolver conflictos sólo con la violencia, y ésta, la violencia, parece ser la divisa de los poderosos para el control social, económico, político y cultural.

Se arriesgaron, como cuando se sube a un avión. Nadie podría imaginar que en tiempos de «negociación» para liberar secuestrados, el gobierno de Álvaro Uribe masacraría en un campamento, en territorio de Ecuador, violando la convivencia pacífica que sigue analizando la OEA, y que, ahí precisamente encontrarían la muerte los tres jóvenes mexicanos y Natalia Velásquez.

Que la masacre fue tan feroz, que no se sabe cómo reconocer los cuerpos, es posible que se hayan desintegrado o de qué hablamos. Y sabemos también que en Colombia hay un conflicto muy grave, donde no están claras las fronteras entre la insurgencia y el crimen, entre el ejército y los paramilitares que a diario abusan de la población civil. Es posible que eso sea claro, por ello es una atracción sociológica.

Lo que parece fundamental es que se aclare cómo se violó territorio ecuatoriano e investigar dónde están los estudiantes mexicanos. Lo insoportable es la gama de especulaciones que han sido maniatadas por esa derecha que nos ahoga, ese anticomunismo ramplante e ignorante de Cadena 3 o de la radio hablada como Radio Centro; las declaraciones del cuestionado Muriño y la ignorancia de la Secretaria de Relaciones Exteriores.

Y cómo es que se pone el gobierno mexicano en ese plan. Precisamente cuando el parecido con Colombia es cada vez mayor. Ahí, dice la escritora Laura Restrepo, lo que reina es la impunidad y la ingobernabilidad. Igualito que en México.

Es claro que no podemos estar a favor de las armas como solución a las diferencias, en ningún territorio, en ningún continente, en ninguna parte, por eso es revelador que con las tendencias castrenses de Calderón, se santigüe y pida «investigar».

Pero Calderón y sus amigos, los que están ocupando las sillas de las secretarías de Estado y quienes manejan las finanzas públicas bajo sospecha de legitimidad, sólo están en el poder por el apoyo de las armas. Probablemente por ello saben muy bien de qué hablan.

Pero lo de Colombia y su provocación no es inocente. Tengo que imaginar cómo es que se busca cercar a Venezuela, hostigar a Ecuador, manipular a Argentina y Bolivia y ser comedidos con Chile, porque en esos países los pueblos empiezan a decir qué quieren, cómo lo quieren y cuánto hace falta la soberanía frente al imperio.

Estos son los temas que debiera examinar la Organización de los Estados Americanos, y los de la pobreza, y los que tienen que ver con los excesos en uso del ejército como policía, como es el caso de México. Y la OEA debiera diagnosticar sobre la incursión paramilitar que amenaza la seguridad de miles y miles de ciudadanos y ciudadanas en todo el continente.

Es claro que lo sucedido en Ecuador, a pesar de los apretones de manos, no se quedará ahí. Para nosotras es urgente que se reivindique a la UNAM y al grupo de estudiantes. No podemos permitir la andanada de la derecha extrema que anda buscando, por culpa, temor o por exceso de autoritarismo, quienes estamos en su contra, cómo denunciamos y hasta donde vamos a llegar para evitar el retroceso.

Para las mujeres en México que lograron llegar a la universidad durante todo el siglo XX, que han diagnosticado la situación de las mexicanas y que han logrado que sus derechos estén en las leyes, gracias a esos hombres y esas otras mujeres con ideas y pensamientos libres, el ataque a la UNAM, la opacidad sobre lo sucedido, la impunidad como divisa cotidiana y la ingobernabilidad como resultado de una tara política, no nos conviene lo que está sucediendo.

En todo caso hay que, como decía hace una semana, acumular fuerzas para el futuro y tomar nota, nota de otras latitudes. Hay que ver cómo consiguió el pueblo de España esas cifras electorales que ratificaron en el poder al Partido Socialista Español, porque votar por José Luís Rodríguez Zapatero fue un acto de defensa por el crecimiento de la derecha europea.

El triunfo del PSOE nos tiene que alentar. No podemos negar el liderazgo de España en las cumbres Iberoamericanas, la importancia de sus apoyos económicos y comerciales a Cuba, de su ejemplo respecto a la política migratoria. Ahora se necesita lo iberoamericano frente al imperio que encabeza George Bush.

*Periodista y feminista mexicana, fue reportera en los periódicos El Día, unomásuno, La Jornada y directora del suplemento Doble Jornada, directora fundadora de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC).

08/SL/GG/CV

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